¿Irving sí o Irving no? El dilema de los Boston Celtics
Las palabras de Rozier sobre su compañero han reabierto el debate; analizamos si Boston ha jugado mejor con el base y como ha afectado su presencia al resto del equipo.
No ha sido la mejor temporada para los Celtics. El equipo de Boston ha estado todo el año preso de los rumores y la falta de química y no pudo reaccionar en playoffs, donde fue prácticamente arrollado por los Milwaukee Bucks. Fue la confirmación de una catástrofe, de los peores meses que ha vivido el proyecto de Stevens, un proyecto que se había postulado en los últimos años como aspirante al anillo pero que ahora se ha llevado un mazazo que va a obligar a la franquicia a reflexionar.
Desde que los verdes fueron eliminados, las reacciones no han terminado de sucederse. Mientras que Jayle Brown decía eso de "no estábamos preparados para tanto circo", Marcus Smart no encontraba explicaciones a lo sucedido. Terry Rozier fue el último en hablar, y sus declaraciones han causado polémica. "He sacrificado mi talento jugando con Irving", decía el base, que además añadía que "el balón estaba en las manos de Kyrie o de Gordon (Hayward) la mayor parte del tiempo. Por lo que Terry Rozier solo podía estar en la esquina o en el banquillo".
El joven jugador, que dejaba la puerta abierta a una posible salida del equipo en verano, señalaba claramente a Irving y daba a entender que la estrella era la culpable de que hubieran reducido sus minutos y sus promedios durante esta temporada. No ha sido el único: expertos, periodistas y jugadores también han señalado al campeón en 2016 como uno de los responsables del debacle de los Celtics. Sin él, la franquicia se quedó a un paso de las Finales de la NBA el pasado año. Con él, han perdido en semifinales de Conferencia. Y de manera clara.
Este es el dilema de Boston. Independientemente de lo que haga el jugador, que será agente libre a partir del 1 de julio, la franquicia le podrá ofrecer el máximo para que continúe con ellos... o no. Si analizamos bien lo que le ha dado la estrella al equipo, es posible que a los Celtics no les interese mantenerle entre sus filas, y que su hipotética marcha acabe siendo más positiva que negativa para ellos. Esa es la cuestión, ¿Irving sí o Irving no?
Analicemos lo sucedido. En 2017, sin el base en el equipo, los bostonianos llegaron por primera vez a las finales del Este desde 2012. El año pasado llegó la estrella, pero se lesionó tras disputar 60 partidos. Los de Stevens lograron un récord de 55-27, el tope con el técnico. Con Kyrie en pista se quedaron en 41-19 (68% de victorias). Sin él 14-8 (63%). Los Celtics cuajaron unos playoffs increíbles contra todo pronóstico y se quedaron a un paso de las Finales. En la fase final lograron 11 victorias por 8 derrotas, pero estuvieron intratables en casa. 10-1 en el Garden, donde solo les pudo batir LeBron.
Si bien la temporada pasada el rendimiento del equipo no varió demasiado con y sin el base, esta campaña los números han puesto en relieve que el sistema de Stevens cambia cuando Kyrie está en pista... y que eso perjudica al equipo. 49-33 en abril, el peor balance desde hace tres años y con la estrella sana. Irving ha jugado 67 partidos con un récord de 37-30 (55% de porcentaje de victorias). Cuando se sentaba en el banquillo, bien por descanso o por lesiones, el equipo se ha ido hasta el 12-3 (80%). En playoffs los primeros de Irving con la camiseta de Boston, el récord ha sido de 5-4, perdiendo en el Garden dos partidos seguidos por primera vez en dos años y quedándose el equipo sin las finales de Conferencia que había alcanzado las últimas dos temporadas.
En total y en los dos años que el jugador ha estado en Boston, ha disputado 136 partidos (127 en temporada regular y 9 en playoffs) y ha ganado 83, perdiendo 53. Apenas un 61% de victorias. Sin él en pista, el equipo ha jugado 56 duelos sumando la regular season y las eliminatorias por el título. Los Celtics han ganado 37 duelos y han caído en 19. Un 66% de victorias. Más que con Irving en pista.
Los jugadores no mejoran al lado del base
Más. Otra de las cosas que se ha puesto en evidencia es que la plantilla de los Celtics empeora con el base en pista, al igual que los jugadores. Si comparamos esta temporada y la anterior, vemos que los compañeros de la estrella empeoran cuando él está sano. Como indicó Rozier, el balón pasa mucho por las manos de Irving, y el juego colaborativo con el que Stevens se siente más cómodo no puede desarrollarse. Esto ha perjudicado al resto de los miembros del conjunto verde, que han visto como sus números bajaban con el base.
Independientemente de las dos temporadas regulares que ha disputado Kyrie, donde ha jugado más o menos los mismos partidos (60 y 67), los playoffs han puesto en evidencia que los compañeros del ex de los Cavs empeoran con él. Rozier, uno de los máximos perjudicados, ha pasado de promediar 17 puntos por partido en las eliminatorias por el título en 2018 a hacer apenas 6 este año, y con porcentajes de tiro horrorosos. Lo mismo pasa con Tatum (de 19 a 15), con Jaylen Brown (de 18 a 14) o con Baynes (de 6 a 2 jugando la mitad de los minutos). El único que se ha mantenido en sus números ha sido Horford (14+9 en esta fase final), mientras que solo Marcus Morris ha mejorado ligeramente sus prestaciones (14+8).
Se puede observar que los jugadores que más necesitan el balón son los que más han bajado sus números. Rozier en concreto, uno de los más perjudicados por compartir posición en cancha con Kyrie, asciende a los 13 puntos por partido cuando él no está (ha promediado 9 en temporada regular). Tatum, que no está directamente perjudicado por la presencia de Irving como lo está Rozier, es más efectivo sin el base en pista y se va casi a los 19 puntos por partido (15,7 en todo el año). Brown también sube sus números (de 13 a 15).
Y más. Es opinable que el grupo juegue mejor o peor sin el base, pero no lo son los datos y las estadísticas. En los 15 partidos que Irving no ha disputado en la presente campaña (recordemos que los Celtics han ganado 12 de esos partidos), el equipo ha mejorado sus números generales. Durante el año se han quedado en 112,4 puntos anotados y 108 recibidos. Sin Irving, ascienden ligeramente su anotación (112,8) y dejan a sus rivales en menos puntos (105,2). Un nuevo dato que no deja muy bien al All Star.
El año pasado había dudas sobre si la ausencia del base beneficiaba o perjudicaba al equipo. La gente se acordaba mucho del último duelo ante los Cavs, en el que quedaron eliminados. En ese partido, una pájara tremenda en ataque de los jóvenes jugadores de los Celtics puso en evidencia la necesidad de un hombre para el clutch time. De un closer. De Irving. Pero para llegar a ese momento hay que sobrevivir al resto del partido. Y contra los Bucks han sufrido casi paliza tras paliza.
La reputación de la estrella pende de un hilo. No se ha manejado bien con la prensa ni (aparentemente) con el vestuario, y de momento no ha conseguido asumir su rol como primera espada. Hace poco se decía que Irving no podía liderar a una franquicia aspirante al anillo. Que su lugar estaba como lugarteniente de un gran jugador, como hizo en los Cavs de LeBron. De su futuro no sabemos nada, pero lo que sí sabemos es que el base, de momento, no ha demostrado lo contrario.