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NBA | DRAFT 2019

La lotería, de Ewing a Zion: polémicas, sorpresas, cambios...

La lotería del draft ha evolucionado desde su introducción en 1985. Antes, la moneda al aire decidió el destino de Magic o Michael Jordan.

La lotería, de Ewing a Zion: polémicas, sorpresas, cambios...

En ESTE ENLACE se pueden consultar las posibilidades de cada uno de los catorces equipos (los que no entraron en playoffs) de cara a la lotería, que este año gravita claramente en torno al fenómeno Zion Wiliamson y que esencialmente define el orden definitivo del draft de la NBA. Y que a partir de esta temporada matiza la forma en la que pondera esas posibilidades, más ajustes que revolución, en tiempos en los que a la NBA le ha sobrevenido un intenso debate sobre el tanking y sobre cómo se podría conseguir que los equipos más necesitados tengan acceso al talento más cotizado sin que eso se inmiscuya demasiado en las lógicas de la competición. Que el tanking, en definitiva, sea algo como mucho circunstancial y no institucionalizado desde los despachos y antes incluso de que comiencen las temporadas. En los despachos de la NBA no gusta demasiado el tanking, pero molesta todavía más el debate demasiado público en torno a él.

Pero no siempre ha sido así. El actual sistema, con sus puntos oscuros y sus indudables virtudes, es la culminación (por ahora) de un proceso lento que ha durado décadas y que comenzó con la propia competición, en 1946 y como BAA. Entonces no había lotería, de hecho no hubo hasta 1985. En los primeros años los equipos elegían por simple orden inverso a la clasificación de la temporada anterior. La gran particularidad en aquella prehistoria era el llamado territorial pick, que no era otra cosa que el derecho de las franquicias a elegir a un jugador de un área de 80 kilómetros a la redonda de su sede. Se trataba, básicamente, de que las estrellas locales no se movieran de su zona para potenciar el vínculo de las franquicias y sus comunidades. Quienes hacían uso de ese territorial pick lo cerraban antes del draft y lo intercambiaban por su elección de primera ronda. En total se hicieron 23 territorial picks entre 1949 y 1965. Doce acabaron en el Hall of Fame y cuatro ganaron el Rookie del Año en su primera temporada: Tom Heinsohn (Boston Celtics), Wilt Chamberlain (Philadelphia Warriors), Jerry Lucas (Cincinnati Royals) y Oscar Robertson (Cincinnati Royals). No todos los casos fueron claros: Chamberlain jugaba en la Universidad de Kansas, pero los Warriors argumentaron para hacerse con él por esta vía que había crecido en el área de Philadelphia y jugado allí en su etapa de instituto (Overbrook High School). Oscar Robertson, el mítico Big O, fue territorial pick y también número 1 del draft ya que los Royals tenían el derecho de elegir primeros en todo caso.

De la moneda al aire a la primera lotería

El primer gran cambio llegó en 1966 con la introducción de una moneda al aire que dilucidaba quién elegía con el número 1 y quién con el 2 entre el peor equipo de cada División. A partir del número 3 se mantenía el orden inverso al número de victorias. Aunque muy rudimentario (y con defectos obvios: el segundo peor equipo podía estar en la División del peor y no tenía opción de hacerse con el número 1), esta fórmula se mantuvo hasta 1984 y tuvo un papel decisivo en que la NBA fuera tomando la forma en la que la conocimos, metida de llena en su edad de oro: en 1979 Magic Johnson fue a los Lakers y no a los Bulls porque los angelinos ganaron el cara o cruz (los Bulls eligieron a David Greenwood). Todo tiene su parte buena: con Magic, los Bulls no habrían sido uno de los peores equipos de la NBA (27-55) antes del draft de 1984 y no hubieran tenido opción de draftear a Michael Jordan.

La moneda ayudó esa vez a los Bulls: los Rockets eligieron primero y se hicieron con Hakeem Olajuwon. Los Blazers, en uno de los grandes errores de la historia, se quedaron con Sam Bowie. Los de Oregon querían un pívot, así que de haber tenido el 1 habrían elegido a Hakeem. En ese caso, los Rockets habrían escogido a Jordan con el 2. No afrontaron el draft pensando en puestos sino en talento: de escaparse Hakeem, elección obvia que era además un ídolo en la Universidad de Houston, no habrían elegido precisamente a Bowie con el 2...

Por entonces, 1984, ya se hablaba de tanking y de los esfuerzos de los Rockets por caer hasta ponerse en el camino de su deseado Hakeem Olajuwon. Así que en 1985 apareció el primer boceto de lotería, con sobres que llevaban los nombres de los equipos que no se habían clasificado para los playoffs: todos tenían las mismas opciones de llevarse el 1 y los picks de lotería se decidían abriendo los sobres. El resto de la primera ronda, por orden inverso de derrotas. Pero la NBA no borró así la sombra de la polémica: los Knicks, que tenían el tercer peor balance de victorias, se llevaron el 1 y pudieron draftear a Patrick Ewing. Muchos vieron en esta fórmula un sistema para enviar al monumental pívot de Georgetown a la necesitada franquicia neoyorquina. Así que en 1987, dos años después, se matizó el sistema y pasaron a decidirse por sorteo solo los tres primeros picks. Después de esos sobres, el resto de toda la primera ronda se hacía por orden inverso al número de victorias. Los Spurs (cuarto peor balance) se llevaron a David Robinson con el 1 y en un sistema que ya garantizaba que el peor equipo no eligiera más allá del número 4 (si quedaba fuera de los tres primeros, designados por sorteo).

El gran salto a lo que después hemos conocido como la lotería del draft llegó en 1990, con el sistema de bolas y los porcentajes ponderados en función del número de derrotas. De 66 opciones totales, el peor de la temporada anterior tenía 11 de llevarse el número 1. El segundo peor, 10. Y así sucesivamente. Una vez más, se decidían los tres primeros picks y el resto por orden inverso a la última clasificación. En 1993, Orlando Magic hizo saltar la banca al llevarse el número 1 (Chris Webber, intercambiado después por Penny Hardaway) con las menores opciones de cualquier franquicia: solo 1 de 66, un 1,52% después de terminar la temporada en 41-41. Premio gordo para una franquicia que un año antes, en 1992, se había llevado también con el 1 (esta vez desde el segundo peor récord) a Shaquille O’Neal. La NBA reaccionó solo meses después: más opciones para los peores equipos, menos para los mejores de entre los que entraban en la lotería. El peor pasaba de un 16,7% a un 25, el mejor de un 1,5 a un 0,5%. De ahí, y a partir de 2005 ya con 30 franquicias y por lo tanto 14 fuera de playoffs, a la última reforma aprobada y que entrará en vigor a partir de esta temporada

Ahora, esencialmente, los tres peores tienen las mismas opciones de llevarse el 1, un 14% (antes era 25, 19,9 y 15,6 para 1, 2 y 3). La lotería decide los cuatro primeros picks (el resto es, como siempre, en orden inverso a la clasificación) y no tres como hasta ahora, así que el peor clasificado puede caer hasta el pick 5 como máximo, y los equipos de la zona templada aumentan también sus opciones de entrar en ese top 4 que decide el bombo. Lo dicho: matices para igualar las cosas sin entrar en cambios radicales.

Los Clippers, reyes sin suerte de la lotería

El citado caso de los Magic en 1993 es el más radicalmente contrario a la probabilística, con los de Florida eligiendo el número 1 a pesar de haber partido con solo un 1,5% de opciones. En segundo lugar, las ediciones de 2008 y 2014, cuando Bulls y Cavaliers eligieron con el 1 a Derrick Rose y Andrew Wiggins a pesar de partir con un 1,7%. Hay 12 franquicias que nunca han ganado la lotería desde su introducción en 1985. La que más veces se ha llevado el 1 es Los Angeles Clippers: cinco, aunque dos habían salido anteriormente en traspasos. Le siguen con tres Orlando Magic y Cleveland Cavaliers, que con su número 1 vía lotería eligió a LeBron James en 2003. Y que en los cuatro años sin él tuvo tres veces la primera elección, dos con sus picks (Anthony Bennett y Wiggins) y una con uno de los citados de los Clippers (Kyrie Irving, 2011).

Desde la aparición del sistema ponderado en 1990, ha ganado la lotería siete veces el equipo con el peor balance y otras cuatro el segundo peor. Las cuatro últimas temporadas, el peor ha elegido al número 1: Towns a los Wolves en 2015, Simmons a los Sixers en 2016, Fultz a los Sixers en 2017 (aunque el pick original era de los Celtics, que a su vez lo tenía de los Nets: el verdadero ganador de esa lotería) y Ayton a los Suns la temporada pasada. Antes de esta racha, solo había pasado tres veces: en la primera edición con ese sistema (1990), los Nets draftearon a Derrick Coleman, en 2003 los Cavs a LeBron y en 2004 los Magic a Dwight Howard. Desde ese año hasta 2015, el peor no se llevó nunca el 1.

También es curioso el caso de las franquicias canadienses, Toronto Raptors y los Grizzlies en sus años en Vancouver, que estuvieron tres años (1996-98) sin poder acceder al número 1 por los acuerdos firmados con la NBA tras sus entradas vía expansión. Llegaban al sorteo con sus opciones de hacerse con el pick 1 capadas.

Estos (aparece el equipo que originariamente tenía el pick y el jugador escogido sin incluir trades a priori por los picks o tras el draft por los jugadores) han sido todos los ganadores de la lotería con el puesto desde el que llegaron al sorteo:

1985. Knicks (Patrick Ewing): tercer peor récord

1986: Clippers (Brad Daugherty): séptimo peor récord

1987: Spurs (David Robinson): cuarto peor récord

1988: Clippers (Danny Manning): peor récord

1989: Kings (Pervis Ellison): sexto peor récord

1990: Nets (Derrick Coleman): peor record

1991: Hornets (Larry Johnson): quinto peor

1992: Magic (Shaquille O’Neal): Segundo peor

1993: Magic (Chris Webber): undécimo peor

1994: Bucks (Glenn Robinson): segundo peor

1995: Warriors (Joe Smith): quinto peor

1996: Sixers (Allen Iverson): segundo peor

1997: Spurs (Tim Duncan): tercero peor

1998: Clippers (Michael Olowokandi): tercero peor

1999: Bulls (Elton Brand): tercero peor

2000: Nets (Kenyon Martin): séptimo peor

2001: Wizards (Kwame Brown): tercero peor

2002: Rockets (Yao Ming): quinto peor

2003: Cavaliers (LeBron James): peor

2004: Matic (Dwight Howard): peor

2005: Bucks (Andrew Bogut): sexto peor

2006: Raptors (Andrea Bargnani): quinto peor

2007: Blazers (Greg Oden): sexto peor

2008: Bulls (Derrick Rose): noveno peor

2009: Clippers (Blake Griffin): segundo peor

2010: Wizards (John Wall): quinto peor

2011: Clippers (Kyrie Irving): octavo peor

2012: Hornets (Anthony Davis): tercero peor

2013: Cavaliers (Anthony Bennett): tercero peor

2014: Cavaliers (Andrew Wiggins): Noveno peor

2015: Timberwolves (Karl-Anthony Towns): peor

2016: Sixers (Ben Simmons): peor

2017: Nets (Markelle Fultz): peor

2018: Suns (DeAndre Ayton): peor