El técnico de los Bucks ha disipado dudas acerca de su capacidad para dirigir a un equipo aspirante al anillo tras arrollar a los Celtics y avanzar a las finales de la Conferencia Este.
Ahora las cosas son bien distintas. Si bien por aquella época, el Este se encontraba más abierto que nunca, ahora, y sobre todo después de la serie ante los Celtics, los Bucks son favoritos para llegar a las Finales. Serían las primeras desde 1974, cuando Kareem Abdul Jabbar era el líder del equipo. Casi nada para un equipo que ha vivido una odisea en los últimos quince años, pero que ahora ha encontrado la horma de su zapato y puede llegar a disputar el campeonato.
Nadie (o muy pocos) se esperaban esto. De la misma manera que los aficionados pensaban que los Celtics pondrían la directa en la fase final, muchos también creían que los Bucks, dado el historial de su entrenador, se podrían estrellar en el momento importante del año. Más aún cuando se lesionó Malcolm Brogdon y se les vieron algunas dificultades en temporada regular, sobre todo en la victoria de los Sixers en su cancha. Luego se recuperaron, pero la lesión del escolta y de ese único plan del técnico planteaba dudas. Las carencias de este tipo de equipos salen a la luz en las eliminatorias por el título, y los Bucks tendrían su primer gran examen ante Boston, eliminatoria que se preveía igualada a pesar del 4-0 con el que solventaron la primera ronda ante los Pistons.