Marc Gasol: "Compañeros de la Selección no entendieron que fuera al parto de mi mujer"
El pívot recuerda las críticas que recibió cuando España fue eliminada por Francia en 2014: "Hice un partido de mierda pero haría lo mismo".
Los Raptors han volteado su semifinal del Este ante los Sixers (de 1-2 a 3-2) y están a una sola victoria (tienen dos oportunidades) de jugar la segunda final de Conferencia de su historia después de la de 2016. Van camino, por lo tanto, de legitimar los riesgos asumidos por el presidente Masai Ujiri, que traspasó a DeMar DeRozan, un referente en la franquicia, para apostar por Kawhi Leonard, que llevaba un año casi sin jugar y que solo tenía uno más de contrato. En febrero, salió otro clásico como Jonas Valanciunas y llegó otro jugador que acabará contrato a final de curso: el español Marc Gasol.
En los playoffs, Marc está demostrando su valor como jugador de equipo y como defensor (fue el mejor de la NBA en 2013). En primera ronda anuló a Vucevic y en esta segunda está, por ahora, resultando ganador en su pelea con un Joel Embiid que, además, arrastra problemas físicos. Primero de rodilla, ahora un virus.
Así que por ahora, Marc está satisfecho y los Raptors están satisfechos. Y un excelente artículo de Bleacher Report repasa las últimas horas del pívot en los Grizzlies (su equipo desde 2008 hasta el pasado febrero) y su llegada a Canadá: “¿El traspaso? Es el impacto que supone, aunque no es por nada negativo de esta nueva situación. Y a medida que te haces mayor te das cuenta de que esto es un juego, de que somos afortunados y tenemos una gran vida”, dice el menor de los Gasol, que recuerda cómo fueron unas últimas horas antes del cierre de mercado en las que estaba separado del equipo mientras se cerraban las negociaciones y se moría de los nervios en su casa, sin nada que hacer. Cuando recibió la llamada del dueño de los Grizzlies, Robert Pera, estaba intentando por primera vez cocinar un pulpo con una receta que había buscado en Google: “Si dependiera de mí, no habría sido traspasado”, asegura. Es bien sabido que se había adaptado de maravilla a Memphis, donde realmente él y su familia tenían un hogar. Cuando tuvo que vaciar su taquilla, encontró sobres de especias para barbacoa, muñecos de Shane Battier o su hermano Pau de antiguas promociones de los Grizzlies, un cromo de Tim Duncan...”. Cuando recibió la noticia simplemente le dijo a los suyos “nos vamos a Toronto”. Y Ujiri, desde Toronto, le lanzó un mensaje muy claro: “Vamos a por todas y creemos que nos puedes ayudar”.
Curiosamente, una de las cosas que ayudó a Marc a madurar fue la derrota de España en cuartos del Mundial 2014, en Madrid. Dejó la concentración para asistir al parto de su mujer, en Barcelona, y voló de vuelta en el mismo día de un partido en el que fue muy criticado por el inesperado patinazo ante Francia (52-65) y por su mala actuación personal (3 puntos, 1/7 en tiros): “Hice un partido de mierda, recuerdo que me criticaron mucho, la gente no entendió que me fuera a Barcelona pasar asistir nacimiento de mi hijo. Incluso hubo compañeros de la Selección que no le entendieron. Pero yo pensé que bien, que vale pero que era mi vida y que yo tomaba mis decisiones. Y sí, jugué como la mierda, pero lo volvería a hacer exactamente. Con esa experiencia me di cuenta de lo que es importante en la vida. De que no se trata todo de mí, tiene que hacer lo que crees que es mejor porque vas a tener que vivir con tus decisiones. No puedes quedarte pensando en qué habría pasado si hubieras hecho otra cosa”.
Ahora intenta que los Raptors sean campeones por primera vez. Y en verano tendrá que decidir si sale al mercado para firmar un último gran contrato largo (tiene 34 años) o si acepta una player option para seguir en Toronto por 25,6 millones de dólares: “Todo funciona de maravilla, estoy en una organización de primera categoría. Ya veremos lo que pasa, no tiene sentido que diga algo ahora. No porque haya algo que ocultar, sino porque es imposible saberlo ahora. Veremos qué es lo que tiene más sentido para todas las partes. Hay que esperar hasta que tienes todo en la balanza. Ahora me concentro solo en el presente y hacerlo lo mejor posible”.