La temporada para los Oklahoma City Thunder acabó de manera brusca, antes de lo esperado y con malas sensaciones en su derrota en primera ronda ante los Blazers. Las lesiones y problemas físicos sin duda hicieron mella en sus aspiraciones, especialmente en el caso de sus dos estrellas. Ahora Russell Westbrook y Paul George han pasado por el quirófano.

En ambos casos lo han hecho por partida doble. Al base le han operado de un ligamento en el dedo anular de la mano izquierda, así como una nueva intervención en su rodilla derecha para volver a limpiar la articulación. Una zona del cuerpo que le ha dado problemas a Westbrook durante gran parte de su carrera. En cuanto a George, las intervenciones han sido en los dos hombros, con un desgarro parcial en un tendón del derecho como la más importante.

Esta última puede ser la que deje al alero fuera de la pretemporada de su equipo. Al menos eso es lo que temen en Oklahoma, que ahora mismo ven bastantes opciones de que no esté listo para el inicio de los entrenamientos. Ese hombro ha sido el mayor enemigo de los Thunder, que ha dejado a su mejor jugador a medio gas en el momento más importante de la temporada.

A cuatro días del inicio de los playoffs George no podía levantar su mano derecha por encima de la cabeza. El dolor en el hombro era grande y, aunque el jugador no ha querido nunca ponerlo como excusa, su rendimiento bajó bastante. Ya en la liga regular se notó un bajón de un nivel con el que estaba en la terna por el MVP. En la eliminatoria ante los Blazers se le vio con bastantes dificultades en el lanzamiento, especialmente desde lejos. Sólo acertó el 31,9% de sus triples.