Es la serie más igualada de esta primera ronda con diferencia, pero el que la haya visto desde el principio empezará a observar que se está desequilibrando. Los Denver Nuggets, que empezaron mal, dando la sensación de llegar muy justos y con Popovich ganándole la partida a Malone en casi todo, han reaccionado y ahora se juega a lo que ellos quieren. Les ha costado ponerse a tono, pero ahora quien quiera jugarse su dinero seguramente apueste por ellos.

Otra cosa hubiera pasado si en aquel segundo partido en Colorado Jamal Murray no hubiese explotado en un último cuarto fabuloso que impidió el 0-2. Quizá sin esa exhibición del base la eliminatoria estaría muerta y todos estaríamos cantando las alabanzas habituales hacia los Spurs, su entrenador y su historia. Pero eso ya forma parte de la imaginación. La realidad es que en la madrugada del jueves al viernes se juega el sexto partido en San Antonio y que los texanos pueden quedar eliminados.

Anoche fue la primera vez que Jamal Murray fue el protagonista principal desde el principio del partido. Eso lo notaron los Nuggets, que fueron mandando casi desde que empezó el encuentro. Aunque hasta el minuto 20 más o menos los Spurs se mantenían en el partido gracias a Aldrige (17+10) y White (12). Pero ya al descanso la cosa se había empezado a torcer para los visitantes, a los que se les empezaron a abrir boquetes por todas partes.

Los Nuggets ganaron por Murray, sí, pero eso fue la guinda en un pastel muy coral. Jokic rozando el triple-doble (16+11+8), Millsap trabajando en la zona (14+6), Harris sumando en ataque (15), el banquillo aportando (11 de Beasley, 10 de Morris)... Una segunda unidad a la que pertenece Will Barton desde el quinto partido, cuando Malone decidió hacer un ajuste, dejar a Barton en el banquillo y sustituirle por Torrey Craig. Un cambio que se ha demostrado clave en el devenir de la eliminatoria. Craig aporta muchísimo más en defensa (por ejemplo 10 rebotes hoy), mientras que Barton tiene los tiros que demandan sus características en esa segunda unidad (17 puntos para él).

Todo esto, como decía, comandado esta vez por un Jamal Murray constante y muy clarividente. Acabó con 23 puntos, 4 rebotes, 7 asistencias y 2 robos, y un +33 en pista, el mejor del partido en ese apartado. Veremos que prepara Popovich para el sexto, porque su equipo necesita ahora mismo un golpe de efecto que cambie el rumbo de esta eliminatoria.