NBA | JAZZ 101 - ROCKETS 104 (0-3)
Los Jazz no ganan ni ante el peor Harden de siempre en el tiro
Noche histórica para mal del de los Rockets (3/20), que no metió su primera canasta en juego hasta el último cuarto. Mitchell (34) falló el triple para forzar la prórroga.
Los Houston Rockets sobrevivieron a algo que dificilmente se va a volver a repetir: James Harden metiendo su primera canasta en juega a falta de 7 minutos y 35 segundos para terminar el partido, después de haber fallado sus 15 primeros lanzamientos. Una noche aciaga que, aún así, no fue suficiente para que los Jazz sumasen su primera victoria en el casillero. Y la cosa se les queda fatal, porque el 3-0 parece irremontable (nunca se ha logrado) y porque esta derrota hará mucho daño mentalmente.
Por primera vez los de Utah lograron mantener el partido a su alcance, yendo por encima en el marcador casi todo el tiempo en los tres primeros cuartos, salvo un par de ventajas anecdóticas de los Rockets. Salieron enchufadísimos, con Ricky y Crowder (titular en lugar de Favors) apretando como nunca a Harden y provocando los primeros fallos y pérdidas de balón de la barba. El español además estaba inspirado en la dirección de juego y asistió en varias jugadas que levantaron al público de Salt Lake City, que intentaba crear un ambiente lo más hostil posible. Ricky acabó con 10 puntos, 4 rebotes, 6 asistencias y 2 robos.
Pero el que de verdad estaba sacando partido de la situación era Donovan Mitchell, el líder de este equipo y que anoche quiso demostrarlo. Acabó con 34 puntos, 6 rebotes 5 asistencias y 3 robos. Tirando muchísimo (27 veces), no especialmente bien (18 fallos), pero siempre echándose el equipo a la espalda. Mientras tanto, Chris Paul (18+4+4+3) y Clint Capela (11+14) trataban de mantener a flote la nave texana ante la sequía de su líder, que se fue al descanso con un 0/10 nunca visto en la historia de los playoffs.
Eso sí, mientras tanto Harden encontraba formas de aportar. Cogió 4 rebotes, dio 10 asistencias y robó 6 balones con sólo 4 pérdidas. Decíamos que se encontraba con un 0/15 cuando a falta de 7:35 encontró un pasillo abierto y machacó el aro. Primera canasta en juego con los Rockets ya por delante. Nubarrones amenazaban a los Jazz, que iban a ver como las dos únicas canastas que metería el escolta en sus siguientes cuatro tiros iban a ser dos triples. Uno lejanísimo en la cara de Ingles y otro muy doloroso, con menos de dos minutos por jugarse, sobre la defensa de Ricky. Los de Utah aún lo intentaron con Donovan Mitchell, que iba a meter todos los puntos que le quedaban a su equipo.
Así llegamos a la jugada clave, un rebote en ataque de P.J Tucker (12+10+3), vital durante todo el encuentro y más aún en esta acción. Le hicieron falta rápidamente, metió el primer y falló el segundo. Los Jazz pidieron tiempo con 3 abajo y 10 segundos por delante. No gastaron mucho de ese tiempo, porque al sacar de banda y tras los cambios en los marcajes Mitchell se encontró sólo con el balón en la línea de tres, con mucho tiempo para pensar. Y el hombre que había liderado a los suyos y les había mantenido en el partido falló. Después pediría perdón por ese fallo, porque sabe que esta derrota huele a eliminación. A veces el destino puede ser muy cruel.
Los equipos que han tenido a un jugador con 3 o menos aciertos en 20 o más lanzamientos habían ganado sólo 13 de 44 partidos en regular season y 3 de 8 en playoffs. Habrá que sumar una más a esta última lista. A pesar de todo, Harden fue el máximo anotador de los suyos (22) gracias al 14/16 en tiros libres. Todo lo que rodeó el partido del escolta en el tema anotador fue un disparate difícil de explicar. Pero al final los Jazz son los que se han quedado con cara de tontos.