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LOS ANGELES LAKERS

Los jóvenes de Lakers no confían en LeBron tras la polémica Davis

Según Bill Oram (The Athletic), los jugadores de los Lakers que sonaron en el intercambio por Anthony Davis han perdido la confianza en LeBron James.

Los jóvenes de Lakers no confían en LeBron tras la polémica Davis
Harry HowAFP

Si hay una franquicia a la que le queda mucho trabajo por hacer de cara al próximo curso, esa es la de Lakers. La insoñable temporada que han firmado, en lo negativo, sigue dejando efectos colaterales. En las últimas semanas Magic Johnson dejó su cargo como Presidente de Operaciones y, poco después, llegó el esperado despido de Luke Walton como entrenador. Todo ello como consecuencia del carrusel de desgracias que han sufrido los Lakers en este curso. Lo peor de todo es que una de ellas, quizá la más sonada de todas, sigue haciendo ruído.

Tras la llegada de LeBron James el pasado verano, la premisa de la franquicia era la de entrar en playoffs con el de Akron como gran estrella y mentor del grupo joven que coexistía, y aún coexiste, en los Lakers. Para que todas las piezas encajen, ha de darse un entorno de confianza mutua entre los jugadores y su líder, y a principios de temporada (hasta la lesión de James) se pudo ver la mejor versión de este equipo, tanto en pista como en la clasificación.

Pero esa confianza empezó a romperse cuando se filtró la lista de jugadores que podrían entrar en el intercambio por Anthony Davis, y terminó de dinamitarse cuando LeBron reconoció públicamente que sería increíble jugar al lado del pívot de Pelicans. Ese posible traspaso no se podría dar si los Lakers no metían a varios jugadores en la operación y las declaraciones del de Akron, tremendamente influyente en su nuevo equipo, hicieron aún más mella en los jugadores implicados. Entre ellos estaban algunos veteranos como Rajon Rondo y Michael Beasley; y tres jóvenes, Lonzo Ball, Kyle Kuzma y Brandon Ingram, que han perdido toda la confianza en su líder, tal y como cuenta Bill Oram (The Athletic).

James llegaba a los Lakers sabiendo lo que había. Conocía el panorama de las temporadas anteriores. Para mejorar esa situación solo hacía falta su nivel mostrado hasta el momento y la paciencia necesaria a la hora de ayudar a sus compañeros: un factor que, según Oram, se desvaneció al hacer público su deseo de jugar con Davis, afectando así a la confianza de los tres jugadores más prometedores de la plantilla.

Solo existen dos caminos para revertir esta situación y empezar la próxima temporada de la manera correcta: que finalmente se produzca la operación por Davis en este mercado o que los jóvenes de Lakers y LeBron recuperen la confianza perdida y sean capaces de jugar juntos. La primera opción se presenta más difícil que antes pues habrá más franquicias que lucharán por hacerse con La Ceja. Si se produce la segunda, quedaría latente, aún más si cabe, la mala gestión y la pérdida de tiempo de Lakers, que tendrán que emplear parte del nuevo temporada en fortalecer unos vínculos que ya están tocados.