NBA | MAVERICKS 120 - SUNS 109

Nowitzki (30) dice adiós a Dallas a lo grande y anuncia su retirada

El alemán mete 30 puntos en su último partido en casa. Tras el mismo anunció su retirada. Doncic logró su octavo triple-doble (21+16+11).

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Todo parecía preparado para la despedida. El recibimiento de los empleados de la franquicia a su llegada al pabellón, su presentación antes del partido, su exhibición durante el mismo, la asistencia de varias leyendas (Pippen, Bird, Nash...), el ambiente festivo que dominaba el ambiente. Al final del encuentro, Nowitzki se fue al centro de la cancha, cogió el micrófono e hizo oficial lo que todo el mundo esperaba: "Quiero anunciar que éste ha sido mi último partido aquí", y la grada estalló en un aplauso tremendo que parecía nunca acabar. A falta de un partido, era el punto final oficioso a una historia nunca vista en la NBA. La del primer jugador que ha disputado 21 temporadas con la misma camiseta. ¡Y qué jugador!

Y como pasa tantas veces en las retiradas de las estrellas, el alemán dedicó a su hinchada un partido de los de antaño. Las ganas de agradar y de firmar un último encuentro a la altura de las circunstancias le hizo lanzar más tiros que nunca en la primera parte. 18 para 19 puntos, su máxima puntuación al descanso desde el 11 de marzo de 2017. Al final acabó con 30, 8 rebotes y 3 asistencias. Y como guinda, los 5 triples que metió le aúpan al 11º puesto en la clasificación histórica de triplistas.

Como si el momento hubiese encendido al resto de jugadores, varios de ellos lucieron sus mejores galas. Luka Doncic, esta vez en segundo plano, a provechó para firmar su octavo triple-doble de la temporada (21+16+11+3). El otro gran protagonista fue Jamal Crawford, que a sus 39 años metió 51 puntos, con 5 rebotes y 5 asistencias. Nadie tan mayor había alcanzado los 50 puntos. Él fue quien tiró del carro de los Suns en una segunda mitad (52-71) que les llevó a pelear el partido en el último cuarto. 

Después de dominar todo el partido sin problema alguno, los Mavericks se vieron con menos de cinco minutos por jugarse y menos de cinco puntos de ventaja. Entrábamos en el clutch time y, ¿quién apareció? Efectivamente, Doncic con un triple para poner tierra de por medio. Y poco después Nowitzki para sentenciar, para algarabía de todos. 

Es el final de una época en Dallas. Cuando Dirk Nowitzki llegó en 1998 nadie podía pensar lo que ese espigado alemán iba a significar para la franquicia texana y para la historia de la Liga y de este deporte. El relevo lo tiene que tomar un chaval esloveno y la empresa es tan complicada como emocionante. Porque el legado que deja el 41 es de una magnitud a la altura de los más grandes de siempre. Dallas siempre le estará agradecida y los que amamos el baloncesto, seamos de donde seamos, también. Esta noche en San Antonio brindaremos todos por última vez a la salud de Dirk.