NBA | WARRIORS 91 - MAVERICKS 126

Doncic reina con un triple-doble en la peor noche de los Warriors

Desde que Kerr entrena a los Warriors no habían tenido caído por tanto (-35). Los Mavs de Doncic (23+11+10) se dieron un festín en Oakland.

0

A veces hay que anteponer prioridades. Y no, no todo es la victoria. A los Mavs, por ejemplo, les ocurre. Perder para quedar entre los cinco últimos les da un plus de cara al 'draft', lo cual no es ninguna tontería si tenemos en cuenta que es todo lo que deben tener en cuenta. Para ello han decidido no forzar a Tim Hardaway, que llegó el mes pasado, en este final de la temporada regular. Pero hay excepciones.

Un día es un día, que dice el refrán. Si ese día juegas contra el actual campeón, el equipo a batir, es normal que las prioridades cambien. Esto no sólo es un escaparate para los jugadores implicados, sino para el conjunto. Da caché. Y si tienes la ocasión de que te salga todo y a tu rival no tanto, razón de más para aprovecharlo y advertir a todos para que cuenten contigo en el futuro.

74 puntos le endosaron los Mavericks a los Warriors en la primera parte por sólo los 46 de la otra parte del marcador. Ya rozaban los treinta al descanso y no era casualidad. Era el partido para lucirse y salieron a la palestra caras que no se habían visto en toda la temporada: Maxi Kleber, destacando más en ataque que en defensa; Ryan Broekhoff, teniendo minutos y acertando de cara al aro; Trey Burke, sobresaliendo por primera vez desde que llegó de los Knicks. Eso... y Luka Doncic. Bueno, y Dirk Nowitzki: fíjense si los Warriors se pusieron una venda en los ojos para bochorno de sus ruidosos aficionados del Oracle que el alemán dio todo un clínic aun sabiendo que no puede competir ya físicamente con los que tenía enfrente (8/14 en tiros, con 5 triples, prueban tanto lo que le dejaron como lo que acertó).

El único acertado de Golden State fue Cousins (8/11), aunque en defensa también flojeó. No fue un partido para destacar a nadie de los Warriors por lo positivo. Durant, por ejemplo, fue el máximo anotador (25) fallando 16 lanzamientos.

Y si hablamos de números, Doncic se lleva la palma en este partido. Como ya es habitual desde que aterrizó en la NBA. Pero también si hablamos de sensaciones. Estos partidos grandes le van como anillo al dedo y los disfruta. La afición rival lo sabe apreciar en buena medida y durante el encuentro se pudieron atisbar algunos gritos de asombro ante lo que estaban viendo de parte del esloveno.

La de hoy (-35) es la peor derrota de los Warriors desde que les entrena Steve Kerr, que coincide enteramente con la época más gloriosa de la franquicia. De hecho, hay que viajar hasta 2007 (un 26 de marzo ante los Spurs) para verles caer por tanto. Lo cual es historia, lo cual hay que hacerlo.