Volvió Joel Embiid (33+12) y rugen los Sixers: terceros del Este
Los Pacers perdieron una ventaja de 14 puntos y se ahogaron en la segunda parte, incapaces de anotar. Ahora quedan en cuarta posición.
Volvió Embiid y volvieron los Sixers. Les costó, parecieron descoserse en el segundo cuarto, apretaron los dientes en el tercero... pero volvieron a parecer un equipo capaz de todo si consigue poner orden a su enorme talento. Y si Joel Embiid no pilla ni un resfriado. El camerunés se había perdido ocho partidos por problemas en una rodilla y no había jugado desde el All Star Game.
Sin él, los Sixers parecen vulnerables, demasiado racheados y sin los automatismos que les sobran a los Pacers, que llegaron a Philadelphia con opciones de mandar al quinto puesto a su rival. Al final, 106-89 después de la tormenta local en la segunda parte (55-30). Y los Sixers son de repente terceros, empatados con los Pacers (los dos 42-25), y con los Celtics en 41-26 y un aspecto otra vez amenazante. Sin nada por detrás y con Bucks y Raptors muy lejos por delante. Una batalla crucial en la que se decidirán cruces y, sobre todo, ventajas de campo en playoffs.
Los Pacers llegaron hasta un 35-49, aprovechando esos dolores de crecimiento que los nuevos Sixers no terminan de sacudirse. Pero se quedaron secos en el tercer cuarto, en el que firmaron un 3/20 en tiros para un parcial de 21-11 después de sumar un tiro libre en los últimos 6:55. Un horror que despertó a la bestia: un 2+1 de Embiid en el último cuarto, con gritos de “I’m back” incluidos, asfaltó definitivamente la autopista por la que volaron los Sixers: 34-19 en ese parcial definitivo. El pívot acabó, en 28 minutos, con 33 puntos y 12 rebotes. Y con una enorme sensación de jerarquía, de jugador diferencial en torno al que tienen que orbitar, es trabajo de Brett Brown, Tobias Harris (16+8+49, Ben Simmons (15+4+6) y Jimmy Butler (12+4+4).
Los Sixers tienen que mejorar para ser lo que pueden ser: un aspirante a ganar el Este y jugar las Finales de la NBA. Pero en este furioso segundo tiempo demostraron que están a tiempo y que su techo es ilimitado... siempre que Joel Embiid esté en pista, claro.