Mirotic (17+6) ya brilla en unos Bucks que siguen lanzados
Un tremendo último cuarto bastó a los de Wisconsin, que han ganado 16 de sus últimos 18 partidos. Los Wolves se hundieron en la recta final.
Los Bucks no paran. Aunque Budenholzer y Giannis Antetokounmpo se quejaron de la falta de concentración y espíritu defensivo durante tres cuartas partes del partido, el triunfo ante los Wolves (140-128) les deja en 45-14 (25-5 en su pista), el mejor balance de la NBA con dos partidos de ventaja sobre los Raptors y ya 3 sobre los Warriors (por los optimistas que quieran ir pensando en una hipotética Final). Han ganado 16 de los últimos 18 que han jugado y tras el sufrido 98-97 a los Celtics, descargaron 140 puntos sobre unos Wolves en 28-31, para cuyas aspiraciones de playoffs el Oeste es demasiado Oeste.
Pero los Wolves se pusieron la piel de cordero (el chiste malo sale solo) en su segundo partido sin Karl-Anthony Towns, que no se había perdido ninguno en toda su carrera y acumulaba la mejor racha desde la temporada 1970-71. Así, disimulando e intentando llevar a los Bucks en un ritmo entretenido pero que no les exigiera al máximo, mandaban después de tres cuartos (107-109) y aguantaron hasta un 113-113 al que siguió el parcial definitivo, 16-2 (129-115 a falta de cinco minutos). Como tantos otros rivales antes que ellos, los Wolves siguieron hasta donde pudieron el ritmo de un equipo arrebatador cuando se desata (117 puntos de media por partido).
Khris Middleton, en sus primeros partidos con categoría de all star, fue el máximo anotador con 20 puntos en la segunda parte y 28 totales. Giannis terminó con 27, 10 rebotes y 7 asistencias y el resto lo pusieron Brook Lopez (19+7 con 4 tapones), Bledsoe, Brogdon y los 30 puntos y 6 triples desde el banquillo de Ilyasova (13) y un Mirotic (17 con 6 rebotes y un 3/6 desde la línea de tres) que dobló su producción con respecto a su primer partido con su nuevo equipo.
Budenholzer y Giannis piden más de lo que su equipo ofreció esta noche, pero ante los Wolves fue suficiente. Y más si no está Towns y Derrick Rose (23 puntos) tiene que asumir el liderazgo del que huye sistemáticamente Andrew Wiggins (18+9+4). Los de Minnesota están en tierra de nadie y sin muchas opciones de repetir viaje a playoffs. Con todo lo que les costó regresar, qué rápido se están volviendo a desvanecer...