Hamidou Diallo: una estrella de instituto que quiere vengarse de Zion Williamson en 2020
Las grandes universidades se pelearon por este escolta de imponente salto vertical que acabó en Kentucky pese a que se crió en Queens.
Cuando nació Hamidou Diallo en 1998, el All Star de la NBA no había tenido concurso de mates. La falta de estrellas con ganas de apuntarse y de imaginación en general entre los participantes de años anteriores provocaron un desánimo que caló durante dos años, porque el lockout dejó 1999 sin All Star Weekend, y con el que acabaron a lo grande Vince Carter y Tracy McGrady en 2000.
Ahora, más de dos décadas después, Diallo ha inscrito su nombre en el palmarés de un concurso en el que probablemente defienda título el año que viene Chicago. O esa ha asegurado ya que es su intención si todo va bien: se acerca a la NBA (apunta a número 1 del draft) Zion Williamson, la bestia ultra física de Duke. Diallo perdió con él un concurso de mates en sus años de instituto... y no solo no lo olvida sino que ya asegura que tiene ganas de revancha. Sería en Chicago, donde Dominique Wilkins y Michael Jordan libraron una batalla épica en 1988. Y, tal vez (mirando la clasificación es una opción real), en el primer hogar NBA de Zion. Por especular...
Diallo no era hasta este concurso, en el que dejó una imagen para el recuerdo colgando del aro por el codo y enseñando el logo de Superman por debajo de la camiseta de los Thunder, un jugador demasiado conocido fuera de los círculos NBA. Drafteado con el número 45 por Oklahoma, fue traspasado acto seguido a los Hornets y de ahí a los Thunder, donde juega 11 minutos por noche con 4 puntos y 2 rebotes de media. Y juega con la suerte de que una lesión no acabó con su temporada rookie en noviembre, cuando en pista de los Warriors protagonizó una terrorífica caída tras pelear un rebote con Jonas Jerebko. Se fue en camilla y pintaba muy mal... pero solo se perdió cinco partidos.
Pero detrás de un rookie con mucho margen de mejora hay una estrella de instituto nacida y forjada en Queens, de ahí su enorme ilusión cuando le draftearon en primer lugar los Nets. En el instituto pasó de Nueva York a Connecticut, y en los circuitos veraniegos AAU de Under Armour, en pleno mercadeo de jóvenes talentos, se confirmó como un producto cinco estrellas, la distinción más alta para los ojeadores universitarios. Muchos gigantes se pelearon por él (Kansas, Indiana, Syracuse, Arizona...) pero eligió la Kentucky de John Calipari, donde vio irse a De'Aaron Fox, Malik Monk y Bam Adebayo y llegar a Shai Gilgeous-Alexander y Kevin Knox. Como se comprometió ya en enero de 2017, Calipari no le dio minutos en lo que quedaba de esa temporada. Aún así, se apuntó al draft 2017 y, pese a algunas opciones de primer ronda desde la condición de one and done (ningún partido universitario antes de saltar a la NBA), decidió regresar a Kentucky, donde la temporada pasada sí jugó pero no estuvo al nivel estelar que prometía años atrás: 10 puntos y 3,6 rebotes de media.
De padres guineanos y credo musulmán, Diallo es (1,96 y 90 kilos) un tremendo espécimen físico con un salto vertical imponente, velocidad, envergadura y un temible juego en transición además de un potencial defensivo interesante pero en desarrollo. A priori y con ese perfil, el escolta es un jugador ideal para los Thunder de Russell Westbrook y Paul George, y en eso está. Con mucho que mejorar en el tiro y el manejo de la bola, este concurso de mates impulsa una imagen que ya era celebrada entre los ojeadores del baloncesto de instituto estadounidense... y global: en 2017 fue bronce en el Mundial Sub-19 de Egipto con Estados Unidos, favorita al título derrotada en semifinales por la Canadá de R.J. Barrett, compañero de Zion en Duke y otro aspirante al número 1 del próximo draft. En la final de consolación Diallo y el Team USA se impusieron, precisamente, a España.