Las relaciones entre Anthony Davis y los New Orleans Pelicans no pasan por su mejor momento desde que el jugador pidiera el traspaso a la que ha sido su franquicia desde que llegó a la NBA (Hornets en el primer año). Desde el anuncio, los Lakers pujaron fuerte por el jugador, aunque ahora las conversaciones están detenidas y la sombra de Danny Ainge y los Boston Celtics sobrevuela un traspaso que podría darse también en junio.

Cuando el pívot hizo el anuncio se encontraba lesionado del dedo índice de su mano izquierda tras torcérselo en el duelo que su equipo perdió contra los Portland Trail Blazers. Esto ha hecho que el jugador franquicia de Nueva Orleans haya observado como los rumores sobre su traspaso evolucionaban sentado en el banquillo del equipo, donde ha visto como los pelícanos han perdido 6 de los 8 duelos que han jugado sin él. 

Sin embargo el jugador ya ha cumplido con el periodo de recuperación y pidió volver en el último partido que jugaron los Pelicans ante Indiana Pacers. Sin embargo, y a pesar de tener el alta de los médicos, el equipo no quiso incluirle en la rotación y volvió a vestirse de traje y a ver la totalidad del encuentro en el banquillo, que su todavía club perdió por 109-107. 

Esta situación podría alargarse hasta que termine el mercado de fichajes el jueves. La intención del club, más allá de la relación con su estrella, podría ser que no recaiga o tenga una lesión grave. Esto podría dificultar las negociaciones con otros equipos de cara a un hipotético traspaso. No es lo mismo traspasar a un jugador sano y que en pleno rendimiento es uno de los mejores de la liga que a uno que se encuentra lesionado, lo cual siempre tiene sus riesgos.

La decisión ya no está en manos de Gentry

Cuando le preguntaron al entrenador del equipo Alvin Gentry si Davis jugaría, el técnico dijo que el jugador estaba sano, pero afirmó que el hecho de que jugara o no es una decisión que ya no estaba en mis manos. "Yo no tomo esas decisiones. Me dijeron que estaba autorizado para practicar, es todo lo que sé", afirma. 

El propio Davis dijo que si estaba sano quería jugar, pero de momento no parece que el equipo vaya a permitírselo. Veremos que pasa antes del cierre de mercado de fichajes, pero si no es traspasado, la franquicia podría mantenerlo fuera de la rotación el resto de la temporada alegando lo mismo que ahora. Tampoco se están jugando nada, ya que con su actual récord (23-31), los playoffs son prácticamente inalcanzables para el conjunto de Nueva Orleans.

De momento, el pívot se encuentra con el alta médica pero inactivo. Davis ha disputado justo la mitad de los partidos que tiene una temporada regular (41) con unos espectaculares números de 29'3 puntos, 13'3 rebotes, 4,4 asistencias, 1'7 robos y 2'6 tapones por partido.