Los Magic llegaron a Oklahoma City con la noticia de la lesión de Mo Bamba, su prometedor rookie, por una fractura de estrés que no le supondrá una operación pero que sí le mantendrá un tiempo prudencial fuera de las canchas. El pasto no era el mejor para danzar ante uno de los mejores equipos de la conferencia contraria, la fuerte, pero estuvieron lúcidos y pelearon el encuentro hasta el final.

Aaron Gordon abrió fuego y los Magic estuvieron mucho mejor que su rival en la primera parte. Paul George cogió la batuta y no estuvo muy fino cuando tuvo que crear, pero sí al actuar como finalizador. Por eso acabó con 9/26 en tiros de campo y 39 puntos, una dualidad que da luz a cómo fue el partido tanto para él como para su equipo.

Ross también hizo un buen trabajo de nuevo, 26 tantos anotó. En el inicio del segundo periodo acciones desde cerca y lejos de Vucevic marcaban distancia con los Thunder, que veía que se le escapaban a más de diez los de Florida. Ahí fue cuando Russell Westbrook se puso el traje de salvador: jugadas rápidas en transición, mucha presencia en las líneas de pase y capacidad para acabar las jugadas con canasta o pase.

Westbrook acabó con 16 puntos, 15 rebotes y 16 asistencias. Es el 7º triple-doble seguido (se iguala a sí mismo), el 20º de la temporada: nadie antes había logrado tantos antes del parón del All-Star salvo Oscar Robertson. Lleva ya ocho partidos de 15+15+15 esta campaña, a uno de Chamberlain y tres de 'The Big O'.

Antes los Celtics se quedaron sin su gran racha, pero demuestran de nuevo que lo que no han perdido es el tono y el saber estar en momentos de dificultad.

La mala noticia para ellos es que no pudieron contar de nuevo con Álex Abrines por motivos personales. No se ha profundizado en sí éstos son los mismos que le tuvieron alejado de la NBA el pasado mes.