NBA | LAKERS 105 - SIXERS 121

El mejor partido de Ingram (36) no sirve: repaso de los 76ers

Los de Filadelfia no tuvieron problemas a la hora de alzarse con la victoria en el Staples Center. Joel Embiid (28+11+6) se salió de nuevo.

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Brandon Ingram
Gary A. Vasquez USA TODAY SPORTS

Los Lakers no pueden competir este tipo de partidos, o al menos en una situación normal, sin LeBron James. Se nota muchísimo y ya es obvio por si alguien todavía lo dudaba. Ante los 76ers, de hecho, los Lakers no tuvieron ninguna opción. Perdieron 105-121 con claridad en el Staples Center.

A ritmo de Ben Simmons, cortando con cuchillo y en juliana la zona y yendo veloz como sólo él sabe empezaba el conjunto de Brett Brown a marcharse en el marcador: 4-16, 8-20... Simmons machacaba con un martillo y de todas las maneras posibles en apenas cinco minutos.

Alguna acción aislada de McGee y Muscala dejaría paso después, para seguir horadando la zanja en la que iban a meterse los Lakers, a las genialidades del verdadero amo y señor de la pintura: Joel Embiid. Éste terminó con 28 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, pero en esos minutos lo mismo te daba un pase de lado a lado para el triple de un compañero que se lo jugaba él sorprendiendo tras un saque de banda, además del juego de pies en el poste bajo ya tiene enamorado a más de uno. En el segundo cuarto los visitantes doblaban a los locales (24-48, minuto 16).

El único momento en el que se vio algo más, un resquicio no ya de espectáculo sino de juego ordenado dentro del caos, fue con Rondo cogiendo la manija, Mykhailiuk tirando de raza e Ingram poniendo la guinda al buen parcial con un póster ante Corey Brewer con dedicatoria incluida. El público se levantó enfervorecido, pero duró un suspiro.

Los esfuerzos de Brandon Ingram, que elevó su tope de puntos en un partido de la NBA a 36, fueron en vano. A destacar no sólo a un Jimmy Butler al que sí le acompañaron los números, sino a un Wilson Chandler que destaca en otras facetas más oscuras y que empieza a cogerle el aire al equipo.

Los Sixers (33-18) ya se han puesto a la altura de los Pacers, que se espera que bajen más por la lesión de Victor Oladipo.