Se queda sin contrato porque en la oficina estaban de vacaciones
James Nunnally ha tenido que dejar los Rockets para hacer sitio a otro fichaje más importante y la razón está en el Día de Martin Luther King.
James Nunnally ha tenido que irse de los Rockets. Ha sido despedido estando bajo un contrato de corta duración, de los de 10 días, algo que casi nunca ocurre en la NBA. El motivo es la confluencia de varios factores que han hecho que el alero, ex del Estudiantes, haya quedado libre.
Según explica Adrian Wojnarowski en ESPN, la oficina de la NBA sí tramita operaciones que se cierren en un día festivo si es avisada el anterior día hábil de ello. En el caso de los Rockets no ha sido así, les ha sido imposible en el Día de Martin Luther King (fiesta en Estados Unidos). La regla está diseñada para que todos los equipos tengan las misma opciones de cazar acuerdos durante los fines de semana y los dirigentes de los equipos conocen la misma.
En el caso de Houston entraba en juego otro factor: las lesiones. La de Clint Capela les había dejado sólo con un pívot sano, Nenê, y consiguieron el acuerdo con Kenneth Faried. Éste sí cubre las necesidades en la pintura. El acuerdo adyacente era el de desvinculación de Carmelo Anthony, que era el que impidió que Nunnally se quedara al caer el dominó y ser él la primera ficha en hacerlo.
"Creo que no está bien. Nos lo podrían haber facilitado de otra manera", se lamentaba Mike D'Antoni, entrenador de los Rockets.
Nunnally había sonado para equipos de Euroliga como el Baskonia o Milán. Ahora podría regresar a ella, ya que procedía del Fenerbahçe antes de llegar de nuevo a la NBA (Minnesota Timberwolves) esta temporada.