Siakam salva del abismo sobre la bocina a unos Raptors sin Kawhi
Los de Toronto se libraron de la prórroga con una canasta del ala-pívot en el último segundo. Gran partido de los Suns y de Booker (30+2+8).
Los Toronto Raptors estuvieron a punto de tener un tropezón de los que no se pueden permitir si quieren acabar ganando su conferencia: perder en casa contra el último equipo del Oeste. Los Phoenix Suns han dado ya más de un susto y no recuerdan tanto al equipo del inicio de curso, cuando eran claramente los peores de la liga. Aún así, para los Raptors perder habría sido imperdonable.
No jugó Kawhi Leonard, que se ha perdido ya diez partidos a lo largo de la temporada, así que el resto de compañeros se repartieron las tareas. Y todo parecía funcionar bien hasta la vuelta del descanso. En el tercer cuarto los Suns despertaron e igualaron la contienda jugando a un nivel excelente. Con un Devin Booker estelar (30+2+8), metiendo triples por doquier y asistiendo a diestro y siniestro, entraron en el último cuarto por delante en el marcador (77-78).
Entonces apareció un hombre clave: Josh Jackson. El joven jugador también fue fundamental en la remontada del tercer cuarto. En 18 minutos de juego metió 7 puntos en 4 tiros a canasta y activó a los suyos en defensa. Pero a falta de seis minutos le hizo una falta ridícula a Boucher cuando iba a anotar solo debajo de la canasta. Un empujón sin opción de tocar el balón que le costó una técnica más flagrante, quejas de Kyle Lowry mediantes, que le mandó al vestuario.
Los Suns se desconcentraron y los Raptors volvieron a tomar el mando. Parecía que el partido ya no se les escapaba, pero una vez más los de Phoenix volvieron a igualar el partido. Así se llegó a la último jugada, donde Siakam (10+12+5) se convirtió en el héroe. Buscó el uno contra uno ante Mikal Bridges desde el perímetro, penetró con decisión a pesar de la presencia de DeAndre Ayton y con una bandeja sentenció el partido.
En ese trabajo de conjunto de los Raptors, Kyle Lowry (16+9+8+2) y Serge Ibaka (22+6) fueron los más destacados. Tienen ahora cinco partidos con dificultad dispar (desde los Grizzlies en casa a los Pacers y los Rockets fuera) antes de despedir enero el mismo día 31 recibiendo a los Bucks. Un partido que puede ser clave para decidir quién será el rey del Este.