En verano todos los augurios eran favorables en Boston. Tras la marcha de LeBron James a Los Ángeles, el Este parecía abierto a la tiranía de los Celtics. A la calidad contrastada de Kyrie Irving, Gordon Hayward y Al Horford se unía el prometedor año de los jóvenes Jayson Tatum y Jaylen Brown. Mucha pólvora para dominar una Conferencia cerrada por El Rey durante ocho años consecutivos. Pero a 15 de enero, el escenario es incierto en Massachusetts: el equipo cayó esta madrugada (109-102) por primera vez desde enero de 2016 contra Brooklyn Nets (eran diez triunfos seguidos) y la primera plaza se encuentra ya a siete partidos. La cuarta, incluso, tampoco es fácil en estos momentos: los Sixers tienen una ventaja de 2,5 encuentros.

Es la tercera derrota consecutiva, la quinta en los últimos diez partidos. Una situación desesperante que ha levantado una pequeña crisis interna con peleas a la vista de todos. "Tenemos mucho que aprender (...). ¿Qué hacemos aquí, cuál es nuestro gran objetivo? No creo que algunos de mis compañeros se hayan parado a hacerse esas preguntas", dijo Irving, ausente por lesión en Nueva York, después de caer frente a Orlando. "No es culpa de los jóvenes o de los veteranos, es de todo el mundo... No podemos hacer comentarios, no podemos apuntarnos con el dedo", contestó Brown una vez consumada la derrota en Brooklyn. "Realmente no puedo identificar el problema. Estoy un poco sorprendido porque pensé que avanzábamos en la buena dirección", señaló Marcus Morris tras un duelo que se rompió en el tercer cuarto por la magia de D'Angelo Russell.

D'Angelo Russell, 18 puntos en el 3ª cuarto

El base está cuajando su mejor temporada desde que aterrizó en la NBA en 2015 con los Lakers. Promedia 18,7 puntos y 6,3 asistencias con auténticas exhibiciones como la de hoy frente a los Celtics. Firmó 34 puntos con un tercer periodo explosivo: anotó 18 y fue la punta de lanza para que los Nets acelerasen en el marcador. Pasaron del 61-59 al 76-59 en un pestañeo. El 83-61 que llegó a continuación fue por inercia. Kurucs (19), con una canasta en el último segundo, puso el casi definitivo 90-66 mientras la grada coreaba "¡Kryie se va! ¡Kyrie se va!". Irving puede optar por salir al mercado este verano.

Con este triunfo, los Nets, ese equipo hecho con parches, sin rondas importantes del draft tras ese comercio suicidio con los propios Celtics, sin el lesionado LeVert y con un genio en el banquillo llamado Kenny Atkinson, sueñan con los playoffs tras tres años de ausencia. Ahora mismo son séptimos con una ventaja de dos partidos con respecto al noveno clasificado (Orlando Magic). Si Russell, que confía en participar el All Star Game de Charlotte de febrero, prosigue con sus cacerías, la posibilidad puede convertirse en realidad.

La actuación de D'Angelo Russell