A falta de confirmación oficial las malas noticias parece que se ciernen sobre los Dallas Mavericks y, más en concreto, sobre su base suplente, el puertorriqueño J.J. Barea. El jugador se fue al suelo cuando intentaba hacer una bandeja a falta de 6 minutos y 28 segundos para el final del partido. En ese momento llevaba 16 puntos y 7 asistencias ante los Minnesota Timverwolves.

Este sábado le harán pruebas, pero el cuerpo médico de los Mavs teme que se haya roto el tendón de Aquiles. Esta lesión es una de las más complicadas y que más tiempo lleva de recuperación. Por ejemplo, DeMarcus Cousins se espera que debute próximamente tras estar prácticamente un año en el dique seco por la misma dolencia. Y en 2013 Kobe Bryant también se lo rompió y aunque volvió a jugar nunca fue el mismo. "El tendón de Aquiles me mató", comentó años después.

En aquel momento tenía 33 años. Barea cumplirá 35 en verano y si se confirma la lesión estaría alrededor de un año fuera de las canchas, lo que podría hacerle plantearse su futuro. Una lástima para uno de los jugadores más queridos por la afición de Dallas. Ha pasado allí diez de las trece temporadas que lleva en la NBA, incluida la inolvidable 2010/11 en la que ganaron el anillo de campeones, con Barea siendo parte fundamental desde el banquillo.

Precisamente este año estaba ejecutando a la perfección el papel de sexto hombre en una de las segundas unidades más eficientes de toda la liga. Promediaba 10,9 puntos y 5,6 asistencias en 19,8 minutos de juego. Sin duda sería una baja muy sensible para el equipo de Luka Doncic y compañía.