NBA | LAKERS 113 - PISTONS 100
La explosión ofensiva de Kuzma (41) da otra victoria a los Lakers
El joven jugador logró su récord de anotación con 22 puntos sólo en el tercer cuarto. Buenos minutos de Beasley (19) el día de su cumpleaños.
Los Lakers levantan un poco el vuelo tras zozobrar con la lesión de LeBron. De las cinco derrotas en los seis primeros partidos sin su estrella han pasado a dos victorias convincentes. Ante rivales que no están en su mejor momento (Dallas y Detroit) pero que para ellos eran un balón de oxígeno más que necesario.
El problema estaba en el ataque. En los últimos diez partidos eran el mejor equipo de la liga en rating defensivo. Pero las dificultades en el otro lado de la canasta les había hecho empezar a perder más de lo que ganaban. Y con ello, pasar de pelear por la ventaja de campo en los playoffs a ver peligrar su posición entre los ocho primeros.
Hoy no fue el caso. A partir del segundo cuarto empezaron a meter casi todo lo que tiraban. Y fue Kyle Kuzma el gran protagonista. Logró su máxima anotación en un partido (41), con un espectacular tercer cuarto en el que metió 22 puntos. El alero firmó una serie de 16/24 en el tiro, con 5/10 en triples, demostrando una cualidad que le ha convertido en un jugador básico en esta plantilla. Por un lado la capacidad para anotar sin apenas tener el balón en la mano, algo básico jugando al lado de LeBron. Por otro, desde que no está el Rey es con diferencia el jugador joven que mejor está respondiendo noche tras noche, demostrando una madurez de la que no pueden presumir otros compañeros todos los días.
El otro nombre del partido fue Michael Beasly, que cumplía 30 años y que lo celebró con su tope de anotación de la temporada: 19 puntos con un 69,2% de acierto, casi todos en un último cuarto en el que, aunque los Pistons bajaron los brazos, él mostró estar en un momento muy dulce. Ya son tres partidos seguidos anotando en dobles dígitos, a pesar de no jugar más de 20 minutos en ninguno de ellos.
Los Pistons, por su parte, no paran de caer, con tres derrotas consecutivas, ocho en los últimos diez partidos. Exceptuando el primer cuarto, fueron siempre a remolque y no dieron la sensación de poder dar la vuelta al marcador, salvo en algún arreón muy aislado. Todos sus jugadores estuvieron grises y llama la atención el partido de Griffin, que lo cerró sin coger ningún rebote (16 puntos y 6 asistencias). Los de Detroit están a dos partidos y medio del octavo puesto que ocupan los Hornets, que tampoco está para tirar cohetes. De ahí en adelante (Heat, Nets, ya no digamos Celtics y compañía) parecen estar en otra liga.
Los Lakers visitan ahora Utah, su inmediato perseguidor a dos partidos de distancia. Y tras ellos, dos partidos en casa ante Cavaliers y Bulls, con el esperado regreso de LeBron a las canchas. Si saben aprovecharlo pondrían otra vez tierra de por medio.