En el día del cumpleaños de LeBron James (caían los 34), con la gran estrella llegando con el partido recién iniciado y esta vez sin copa de vino, los Lakers le regalaron al número 23 la primera victoria de uno de sus equipos sin él en pista después de trece derrotas seguidas, once de los Cavs y dos de los propios Lakers, que arreglaron el expediente (1-2 por ahora sin él) a la espera de, una semana después de su lesión en Oakland, conocer su estado para el miércoles, cuando llegan al Staples los Thunder de Russell Westbrook... y de Paul George, claro: lo que pudo haber sido y no fue en L.A.

Ganaron los Lakers a los Kings (121-114) y se desquitaron de su fea derrota en la primera noche sin LeBron, cuando jugaron tres cuartos excelentes y se dejaron remontar en el último, con el triple final de Bogdanovic. Tocados por ese horrible final en Sacramento y cortos de efectivos, cayeron después ante los Clippers y estuvieron dispersos en este último partido del año (para ellos), en el que perdían por once (74-85) en un tercer cuarto en el que parecían incapaces de defender con consistencia, sobre todo en transición. De'Aaron Fox (26 puntos, 7 asistencias), Hield y otra vez Bogdanovic (21 cada uno) lanzaban a unos Kings mucho más cómodos que capearon el tirón de Caldwell-Pope (85-85) y ganaban 103-110 a cuatro minutos y medio del final.

Desde entonces solo anotaron cuatro puntos, los últimos dos al final y ya con el partido resuelto, ante unos Lakers que encontraron la marcha defensiva que les había faltado hasta entonces (18 puntos de su rival en el último cuarto) y voltearon el partido con un 12-0 en el que anotó siete puntos seguidos un Brandon Ingram que jugó uno de sus mejores partidos con la camiseta de los Lakers: 21 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias, 2 tapones y muchas buenas decisiones antes de una pérdida final (para el 115-112: pudo salir cara) que arregló Hart (excelente: 22 y 7 rebotes) con el canastón que aseguró el triunfo. Caldwell-Pope fue clave con sus 5 triples (26 puntos), trabajaron duro Kuzma (18+9+6) y un Lonzo más apagado que en los dos partidos anteriores (13 y 6 asistencias) y el regreso de JaVale McGee y algunos minutos de small ball para seguir el ritmo de los Kings sacaron de la rotación a Zubac.Al menos por esta noche.

Los Lakers sumaron un triunfo importante: sin LeBron, cada uno que logren vale oro: ahora quedan 21-16 por el 19-17 de unos Kings que ya no les pueden ganar el duelo individual (2-1 para los angelinos a falta de un partido) y que están 2-6 en su División por el 5-2 de unos Lakers que además evitaron más murmullos durante la ausencia de su omnipresente estrella y se demostraron a sí mismos que pueden sacar finales igualados con el núcleo joven al mando y con su juego gravitando sobre un Ingram que, en esta versión, apunta a jugador diferencial. La cuestión es si la mantiene, porque el miércoles vuelve a casa Paul George...