LeBron James cumple hoy 34 años. Lo hace parado por una lesión en la ingle que le ha dejado sin jugar los dos últimos partidos, de momento. No se perdía uno desde principios de 2017. Pero la edad no le ha hecho perder un ápice de su importancia. Como ejemplo, las últimas 13 veces que no jugó, sus equipos perdieron siempre. Así de trascendental sigue siendo.

Con su llegada los Lakers han cambiado radicalmente. De un equipo de la mitad baja de la tabla han pasado a ser un candidato claro a los playoffs, peleando incluso por la ventaja de campo. LeBron sigue jugando como en sus mejores momentos. Disputa menos minutos que nunca (34,6), pero eso no le ha hecho bajar sus medias. Está en 27,3 puntos y 8,3 rebotes, ambas marcas mejores que los promedios de su carrera. También está tirando más y mejor desde la línea de tres. Y está rozando sus registros históricos de asistencias (7,1), robos (1,3) y tapones (0,7).

En conclusión, que no se le notan los 34 años. O sí, si lo cogemos por la madurez y la experiencia con la que se mueve dentro del campo. Pero, ¿es esto normal en jugadores de su nivel? Para saberlo hay que comparar. Y a LeBron no se le puede comparar con cualquiera. Aquí lo hacemos con diez de los mejores de la historia. No están todos los que son, pero como muestra de todas las épocas y todas las posiciones valdrá para salir de dudas.

Michale Jordan (1996/97, 12ª temporada)

37,9 minutos, 29,6 puntos, 5,9 rebotes, 4,3 asistencias, 1,7 robos

Jordan a pleno rendimiento o, lo que es lo mismo, el mejor jugador de la historia. Con cuatro temporadas menos que LeBron en las piernas (parón de un año y pico incluido) el 23 seguía dirigiendo a sus Bulls hacia la gloria. Iban camino de su segundo threapeat: fue su quinto anillo, ganando en la final a los Jazz, siendo él el MVP. También fue seleccionado en el mejor quinteto del año y en el defensivo, fue máximo anotador y segundo en la votación del MVP de la temporada. No quedaba mucho Jordan, pero lo poco que entregó después fue sublime (entre otras muchas cosas, el sexto anillo con aquel final mítico en el sexto partido en Utah).

Magic Johnson (retirado)

El Sida obligó a Magic a dejar el baloncesto cuando estaba en plenitud. Su última temporada completa fue la 90/91, cuando contaba con 31 años. Ese año jugó 79 partidos, promediando 19,4 puntos, 7 rebotes, 12,5 asistencias y 1,3 robos en 37 minutos. Perdieron la final contra los Bulls (primer anillo de los de Chicago), entró en el mejor quinteto del año y fue segundo en la votación del MVP. Con 36 regresó a las canchas para jugar 32 partidos con sus Lakers.

Kareem Abdul-Jabaar (1980/81, 12ª temporada)

37,2 minutos, 26,2 puntos, 10,3 rebotes, 3,4 asistencias, 2,9 tapones

Al mejor pívot de la historia aún le quedaba cuerda para rato. Y todavía viviría días de gloria en los Lakers a partir de la llegada de Magic. Esa temporada de transición perdieron con los Rockets en la primera ronda, pero él fue incluido en el mejor equipo del año y también en el defensivo. Además, fue tercero en la carrera por el MVP.

Kobe Bryant (2012/13, 17ª temporada)

38,6 minutos, 27,3 puntos, 5,6 rebotes, 6 asistencias, 1,4 robos

Otro mito Laker que llegó a sus 34 años con una temporada más que LeBron. Aunque aquí empezaría el declive. El del equipo ya había comenzado y cada vez quedaban más lejos las últimas tres finales y dos anillos consecutivos. Para él aún fue una gran temporada en lo individual, pero no habría más como esta. Fue incluido por última vez en su carrera en el mejor quinteto del año y quedó quinto en el MVP.

Shaquille O'Neal (2005/06, 14ª temporada)

30,6 minutos, 20 puntos, 9,2 rebotes, 1,9 asistencias, 1,8 tapones

Shaquille había dejado atrás la etapa en los Lakers que tanta gloria le había dado. En los Heat buscó una nueva oportunidad de alcanzarla y lo logró esa temporada, con un anillo inesperado ante un rival, los Mavericks, que se presentaban como favoritos en la final. Una final con una actuación inolvidable de Dwyane Wade. Él fue su escudero y, aunque ya no era la apisonadora que podía con todo, seguía imponiendo respeto como el que más en la zona. Muestra de ello es que estuvo en el mejor quinteto del año. Eso sí, por última vez.

Bill Russell (1967/68, 12ª temporada)

37,9 minutos, 12,5 puntos, 18,6 rebotes, 4,6 asistencias

El señor de los anillos esa temporada conseguiría el penúltimo de su colección de once. Aunque ya no estaba en su plenitud, seguía siendo indispensable en un equipo que mandaba con puño de hierro en la competición. Estuvo en el segundo mejor quinteto del año.

Wilt Chamberlain (1970/71, 14ª temporada)

44,3 minutos, 20,7 puntos, 18,2 rebotes, 4,3 asistencias

Un jugador único. Así se le puede considerar a Chamberlain, que a sus 34 años seguía jugando como uno de 25. Los 18,2 puntos le hizo ser el máximo reboteador ese año, en el que jugó todos los partidos con una media de más de 44 minutos. No pudieron llegar a la final, perdieron la de Conferencia ante los Bucks.

Tim Duncan (2009/10, 13ª temporada)

31,3 minutos, 17,9 puntos, 10,1 rebotes, 3,2 asistencias, 1,5 tapones

Nos encontramos en una etapa de transición en los Spurs, que ya tenían cuatro anillos y que pronto llegarían a otras dos finales (y otro anillo) más. El hilo conductor de todas esas épocas, aparte de Gregg Popovich, es Tim Duncan. Perdieron las semifinales de Conferencia con estrépito ante los Suns (4-0), pero su buena labor se reflejó en su inclusión en el segundo mejor quinteto defensivo y el tercero global.

Larry Bird (1989/90, 11ª temporada)

39,3 minutos, 24,3 puntos, 9,5 rebotes, 7,5 asistencias, 1,4 robos

El mejor jugador blanco de la historia seguía haciendo unos números de auténtica locura con 34 años. Sería su última temporada a este nivel, pero qué temporada. Le incluyeron en el segundo equipo del año y fue décimo en la votación del MVP. La nota negativa, que su ocaso, que estaba a la vuelta de la esquina, coincidió con el de los maravillosos Celtics de los 80. Esa temporada cayeron en la primera ronda ante una de las fuerzas que regresaban al Este y darían más que hablar en los 90, los New York Knicks.

Oscar Robertson (1971/72, 12ª temporada)

37,3 minutos, 17,4 puntos, 5 rebotes, 7,7 asistencias

Lejos quedaban sus primeros años en la liga en los que promediaba siempre al borde del triple-doble (un año lo hizo, el único hasta que lo logró Westbrook), pero seguí siendo fundamental en aquellos Bucks. Aunque por poco tiempo. Se quedó por primera vez fuera de los quintetos del año y jugó su último All Star. Los Bucks cayeron ante los Lakers en la final de Conferencia.