Los Chicago Bulls cambian el rumbo: despiden a Hoiberg
El entrenador deja la franquicia de Illinois tras tres temporadas y media y un balance de 115 victorias y 155 derrotas. Este curso, 5-19.
"Después de una evaluación exhaustiva, elegí hacer este cambio teniendo en cuenta el desarrollo general de nuestro conjunto. Como equipo, creo que es imperativo que avancemos en la dirección correcta y desarrollemos los hábitos correctos para ayudar a nuestro jugadores, no solo ahora, sino también en el futuro", continuó Paxson.
Jim Boylen, entrenador jefe asociado con Hoiberg, asciende al puesto de primero. En principio, y según K. C. Johnson (Chicago Tribune), continuará hasta el final de la Regular Season. Está muy bien considerado dentro de la organización y ya dirigió al equipo a finales de 2008 como sustituto de Scott Skiles (Pete Myers hizo de puente entre ambos durante un partido) y ganó 24 de 56 encuentros.
Hoiberg, desde 2015 a 2018
Hoiberg llegó a la Ciudad del Viento en el verano de 2015 desde Ioawa State, universidad a la que había dirigido durante cinco temporadas. Firmó por cinco años y 25 millones garantizados (cinco cada uno). Si no ficha por ningún otro conjunto, los Bulls deberán hacerse cargo del resto de su salario.
La llegada del técnico de Nebraska puso punto final al ciclo Tom Thibodeau en Chicago. Sin embargo, Hoiberg nunca dio con la tecla. En sus inicios se encontró un proyecto que daba sus últimos soplos de vida. Pau Gasol, Mirotic, Rose, Butler... las piezas eran de calidad, pero nunca se ensamblaron con acierto: los quintetos eran inconsistentes, no había una idea clara en ataque con las lesiones golpeando constantemente y el muro defensivo que construyó Thibs con estos mismos hombres se vino abajo como un castillo de naipes. El resultado fue decepcionante: fuera de playoffs el primer año, clasificación con suspense en el segundo con un 50% de victorias (41-41) y la idea generalizada de que el puesto le venía demasiado grande al exjugador.
Recontrucción en los Bulls
La salida de Butler a los Timberwolves en la noche del draft de 2017 dio paso a la reconstrucción. Lauri Markkanen, elegido con el pick 7 vía Minnesota, se convirtió en la primera piedra de un nuevo proyecto que comenzó con la violenta pelea entre Bobby Portis y Niko Mirotic, y que acabó con el internacional español en el hospital con una conmoción cerebral, dos fracturas maxilares y solicitando un traspaso que llegaría a buen puerto con la aparición de New Orleans Pelicans.
En los 29 encuentros que llevamos de año, el panorama no ha cambiado. El nivel de juego es sencillamente nulo y no se espera que se vaya mucho más allá de conseguir un buen puesto en el draft para fortalecer un futuro incierto que, por lo menos, tiene una buena noticia: Markkanen ya ha vuelto a las canchas tras superar su lesión en el codo.