Los 76ers no son los mismos, todavía no son el equipo que maravilló el año pasado y que hizo soñar a la ciudad de Filadelfia con que hay equipo para rato. Las desconexiones que están sufriendo en este inicio de campaña no les hacen ningún bien, es obvio, y ante los Hornets tuvieron otra y grande. Lograron vencer, pero por uno (133-132) y ayudándose de una prórroga. 

El encuentro comenzó vibrante y muy igualado. Saric, muy bien desde el triple, y Redick, activo como siempre desde la media y larga distancia, golpeaban a Charlotte, que lo devolvía principalmente con el Lamb más 'catch & shoot'. Al inicio del segundo cuarto llegó el despegue de los 76ers. Borrego tenía estudiado a Simmons y supieron frenar sus contras, pero no lo que derivaba de ellas. Buenas acciones de Bolden, leyendo bien el partido, y el comienzo del susto general en el que Embiid sumió al contrario dieron las primeras buenas ventajas a los locales, que se fueron quince arriba al descanso: 65-50.

Las diferencias rozaron superaron los 20, pero con un triple de Willy Hernangómez (80-62, minuto 28) empezó la remontada de los Hornets. Era momento para los lanzamientos exteriores de Monk y Bacon, para que Kidd-Gilchrist se creciera por dentro y para que Kemba Walker empezara a hacer diabluras. Movieron realmente bien el balón los de Carolina del Norte y, casi sin darse cuenta, llegaron a la altura de los 76ers con una facilidad digna de elogio.

En los minutos calientes llegó el duelo de los mejores, de los de nivel de All-Star: Walker, finta de maestro y asistencia al hueco para una canasta debajo del aro (110-114); Walker, rompiendo tobillos con un amago largo y clavando el triple (112-117); Embiid, botando y fintando como si fuera un base para clavar un triple frontal (117-117); Walker, con una bandeja en caída ante Embiid (117-119); Embiid, dos tiros libres de los que sellan (119-119). Una jugada no válida de MKG puso fin al tiempo reglamentario con empate en el marcador.

Hernangómez (14 puntos) se ganó la confianza del entrenador y jugó los minutos decisivos, la prórroga. Allí apareció Simmons con una bandeja y un tapón salvadores, aunque Willy maquilló con un triple en carrera en el último segundo un marcador que quedó la mar de apretado.

Joel Embiid acabó con 42 puntos, 18 rebotes, 4 rebotes y 4 tapones en otro partido monstruoso de la estrella de Yaundé.