Los Jazz estaban 0-4 en su pista, una anomalía a la que vino de maravilla que llegaran de visita los Mavericks en back to back y con ya 7 derrotas en los últimos 8 partidos: 117-102 final para los de Salt Lake City, que arrollaron en el primer tiempo (39-19 en 15 minutos, 68-45 al descanso) pero que hicieron poca cosa en el segundo e incluso pudieron meterse en un lío: 101-92 con 9 minutos todavía por jugar y Rudy Gobert cargándose de faltas. Ahí los Mavs enlazaron casi tres minutos sin anotar y perdieron cualquier opción de acercarse a una remontada que había puesto a tiro (más a menos) una racha de siete puntos seguidos de Jalen Brunson.

Es un 5-6 para los Jazz, a los que todavía no se puede dar el alta médica, y un 3-8 para unos Mavericks que no ganan fuera de casa, 0-6 ya, y que contaron con unos demasiado discretos Harrison Barnes (14 puntos, 4/13 en tiros) y Dennis Smith (10 y 1 asistencia). Los puntos de Brunson y Barea y los rebotes de DeAndre Jordan (11+12) acompañaron a Luka Doncic, con el que ha dejado de ser noticia que sea el mejor jugador en pista de su equipo: esta vez 24 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias (con 5 pérdidas). 7/14 en tiros, 3/4 en triples... y 6 partidos ya sobre 11 totales con al menos 20 puntos. Y en todos un mínimo de 28 minutos. La cosa va bien... pero tendrá que acostumbrarse a perder, algo que no le había pasado en Europa y que ya es su nueva realidad en unos Mavs en plena reconstrucción.

Los Jazz volvieron a contar con Donovan Mitchell y lo agradecieron: 23 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias. A su lado, 13 puntos de Favors, 18 de Burks, 14 de Crowder, 17 con 10 rebotes y 4 tapones de Gobert y 12 asistencias, 3 robos y 5 rebotes para un Ricky Rubio que dirigió bien y, otra vez, tiró mal: 3/13 para 10 puntos, 1/5 en triples (ya 13/45 en la temporada). Los de Snyder necesitan esta victoria para no entrar en cuidados intensivos. Y la lograron con holgura. Para los Mavericks... queda trecho antes de competir con más peso en las pistas más exigentes del Oeste.