No se llevaban jugados cuatro minutos de partido cuando la estrella de los Bucks, Giannis Antetokounmpo, recibió en la cara un codazo fortuito de Aaron Gordon mientras éste entraba a canasta. En el momento se quedó aturdido en el suelo, pero el griego pudo seguir jugando el encuentro.
Una posible lesión que a pesar de influir, no ensucia el impoluto inicio del equipo de Wisconsin. No tenían un comienzo así desde la temporada 1971-72, con Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson en sus filas. Su estrella en el día de hoy es seria duda para los siguientes duelos y la cifra de victorias puede verse truncada. Todo depende del alcance de la lesión, pues la relevancia del griego en el bloque es vital.