Los Jazz de Ricky, listos para ser una de las fuerzas de la liga
Excelentes sensaciones, 5-0 total y ya a la vista un duelo con los Warriors en su segundo partido. Los Raptors arrasaron a los Pelicans.
Los Pelicans corren el riesgo de no repetir su excepcional final de temporada pasada, cuando se repusieron a la lesión de Anthony Davis, se metieron en playoffs y barrieron a los Blazers en primera ronda sin ventaja de campo. Es un equipo del que mucha gente cree que veremos una versión defensiva mucho peor y en el que se teme el efecto de la salida de Rajon Rondo, que fue muy importante el curso pasado, o las consecuencias que tendría una lesión de uno de sus dos pilares: Jrue Holiday y Anthony Davis. Cualquier mal trance puede suponer no entrar en las eliminatorias. Un curso sin llamadas al optimismo pondría en chino la situación con Davis, aspirante ya al MVP que dentro de doce meses estará entrando en último año de contrato con todos los grandes depredadores de la NBA al acecho...
Para esos a los que los Pelicans les hacen sentir cierto fatalismo, el partido ante los Raptors (119-134) debió más que una señal premonitoria. Anthony Davis jugó 31 minutos y terminó con 36 puntos, 15 rebotes, 3 asistencias y 4 tapones. Niko Mirotic jugó 25 y metió 15 puntos con 13 tiros (y 5 rebotes) y Randle, la tercera pata del juego interior, acabó con 20 puntos y 11 rebotes. Y sin embargo los Pelicans fueron barridos por unos Raptors en los que descansaron 7 de los primeros 10 de una rotación que es sin duda una de las mejores de la NBA.
Con la profundidad como bandera y Nick Nurse instalando una nueva mentalidad en el equipo, los Raptors volaron en un partido en el que nadie defendió mucho pero en el que en concreto los Pelicans no defendieron absolutamente nada. No estaban Kawhi, Lowry, Green, Ibaka, VanVleet... ni falta que hizo. Siakam dirigió la carga con una primera parte espectacular en la que estuvo por todas partes (y se emparejó mucho con Davis). Acabó con 21 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias y 4 robos. Anunoby metió 15 puntos con 3 triples y CJ Miles demostró (14 puntos) que quiere ser más útil que la temporada pasada. Además, pidieron paso desde el final del banquillo Eric Moreland (12+12) y un Malachi Richardson que dio señales de vida y fue el máximo anotador: 21 puntos y un 4/9 en triples. Los Raptors aguardan ya a la primera semana de Regular Season, que para ellos incluye un aperitivo contra los Cavaliers (su Némesis de años anteriores... pero sin LeBron) y un back to back en Boston y contra los Wizards. Ya un plato fuerte.
Si los Raptors están listos en el Este para desafiar a los principales favoritos (Celtics y Sixers), los Jazz apuntan a realidad ya totalmente consolidada en el Oeste, donde no deberían faltar a playoffs de ninguna manera y donde su lugar está seguramente entre los cuatro primeros. Todo lo contrario que unos Kings tristísimos, apabullados (132-93) en un partido en el salieron perdiendo 32-7 y en el que Dave Joerger pidió cuatro tiempos muertos en el primer cuarto. Desesperado, su equipo no pudo hacer nada ante un rival afilado ya a las puertas de la Regular Season y que cierra la pretemporada con las mejores cifras ofensivas de la liga: 123,8 puntos y 113,4 de rating como medias. Eso sí, ha jugado contra Perth, Adelaide... y estos Kings. Y termina 5-0. En la primera semana de competición se estrena contra los propios Kings pero en su segundo partido se mide a los Warriors, nada menos.
Rudy Gobert hizo literalmente lo que quiso: 18 puntos y un +30 en pista solo en la primera parte. Ningún titular llegó a 20 minutos, Donovan Mitchell anotó 13 puntos y Ricky Rubio 2 con 6 asistencias y un 1/6 en tiros. En los Kings, 17 puntos y 8 rebotes de Marvin Bagley... y poco más. 1/10 en tiros para De'Aaron Fox y 3/13 para Buddy Hield.
En el tercer y último partido de la noche, los Clippers repartieron mucho los minutos contra el Maccabi Haifa (124-76) de viejos conocidos como Josh Childress. Lo más destacado, que Boban Marjanovic siguió con su excelente pretemporada: jugó 17 minutos y sumó 18 puntos y 12 rebotes con un 9/11 en tiros. Imparable.