La norma de los 14 segundos no hará que los equipos corran más
La actual NBA juega a un ritmo notablemente lento. A priori, la nueva norma del rebote ofensivo es una buena medida. Pero, ¿tendrá efecto?
La imagen que abre esta noticia es la del triple de Ray Allen en el sexto partido de las Finales de 2013, uno de los lanzamientos más famosos de la historia. El escolta empató el partido y propició una prórroga en la que los Heat de LeBron James forzaron el séptimo partido, en el que se proclamaron campeones ante los Spurs. Allen aprovechó el rebote de ataque de Chris Bosh tras otro triple fallado en primera instancia por por LeBron.
En la NBA el reloj de posesión vuelve a 24 segundos cuando hay rebote ofensivo. Ahora la liga quiere aprobar (todo apunta a que aprobará) un modelo al estilo FIBA en el que el reloj de posesión solo volverá hasta 14 segundos después de rebote de ataque. El objetivo es obvio: hacer más rápido el juego al aumentar el número de posesiones y reducir el tiempo de decisión. De hecho, el ritmo en la actual NBA es lento si se pone ante el espejo de la historia: 97,3 de pace (número de posesiones de cada equipo por partido), decimonovena cifra desde que se empezó a medir este dato en la temporada 1973-74. De hecho esa fue la más rápida: 107,8 de pace. Las cinco que le siguen son de los años setenta y hasta la decimoséptima (1989-90) todas son de esa década o de los ochenta. Las cuatro anteriores a la pasada le siguen muy de cerca, todas entre los puestos 22 y 26.
Así que la intención es clara pero, ¿funcionará? A priori no parece que vaya a tener un efecto determinante en el número de posesiones de los equipos y en que haya un ritmo de juego más alto ya que lo normal tras rebote de ataque es que haya un palmeo o un triple rápido tras un pase del reboteador a un tirador liberado. Según un estudio de Nylon Calculus, el 30% de las opciones de ataque tras rebote son palmeos y el 75% total se resuelve en cinco segundos de posesión o menos. Y solo el 6% de las acciones acaban con ataques más largos de 14 segundos.
Además se da otra circunstancia: la pasada temporada los equipos cogieron rebotes de ataque en mínimos históricos: 9,7 de media por partido (de los 12,5 de los Thunder a los 8,1 de los Mavs). Según una proyección similar, la nueva norma de 14 segundos solo afectaría a medio rebote de ataque por equipo y partido. De esta forma, su importancia se reduciría solo (ahí se sería importante) a los finales igualados, donde le equipo que va por delante no podría amasar más tiempo de posesión para dejar que avance le reloj.