Harden pudo acabar en Toronto y Calderón, en OKC con Durant
En octubre de 2012, los Thunder traspasaron al base a los Rockets, pero tantearon a los Raptors para una operación donde estaba incluido el español.
En el verano de 2012, Sam Presti falló. Fue uno de los pocos errores que ha cometido desde que se asentó como mánager general de los Thunder en 2007. Tras caer ese año en las Finales de la NBA frente a los Miami Heat del Big Three, la franquicia de Oklahoma City quería mantener un bloque que podía tener en pista a Russell Westbrook, Kevin Durant, James Harden y Serge Ibaka.
Para ello, la directiva de OKC trató que los dos últimos no se marcharan del medio oeste y mientras la negociación con el internacional español llegó a buen puerto (cuatro años y 49,4 millones), la de La Barba, que tenía contrato hasta julio de 2013, se enredó por una diferencia de unos cinco millones: el agente Rob Pelinka quería 60 millones en cuatro para su representado; Presti se plantó en 55. Y la historia del base en Oklahoma se acabó.
Sin embargo, el cuento podía haber sido otra según cuentan Chris Broussard y Bill Simmons. Ambos aseguran que antes de la operación con Houston, Presti tanteó a los Raptors. Su objetivo era mandar a Harden a Canadá y recibir a Jonas Valanciunas. Una operación que habría incluido a José Manuel Calderón y, probablemente, a Terrence Ross o DeMar DeRozan. El español acababa su relación con Toronto en ese 2013 (a principios de febrero aterrizaría en Detroit por ese motivo). La franquicia del Norte y su mánager general en esos momentos, Bryan Colangelo, desestimaron "rápidamente" la operación.
¿Una mala decisión para ambas partes? Quedarse con Ibaka y deshacerse de Harden fue un mal trato para Oklahoma. Tampoco a Toronto le fue bien no apretar el gatillo. Pero es muy fácil verlo todo a toro pasado.
Para los canadienses, sin embargo, hay una excusa temporal: si todo se desata antes del draft y no en octubre, habrían tenido la oportunidad de intercambiar al lituano y lanzarse con su pick ocho a por Andre Drummond y no a por Terrence Ross. Pero la historia, al final, es la que es.