La fiscalía de Georgia investiga un acuerdo firmado por la Federación de baloncesto de aquel país con el Baskonia en 2014. El objetivo era desarrollar jugadores georgianos en España, según informa la web de OCCRP (proyecto de investigación sobre el crimen organizado y la corrupción). El citado medio es un consorcio creado en 2006 con centros de investigación, medios y periodistas que operan en Europa del Este, el Cáucaso, Asia central y Centroamérica.

Según OCCRP, que publica en medios locales, pero también en su web en inglés y ruso, el contrato con el Baskonia se selló el 24 de septiembre de 2014 con una validez de cinco años. En los casi cuatro años transcurridos desde entonces, la Federación de Georgia ha desembolsado cerca de 2,5 millones de euros sin apenas haber obtenido contraprestaciones, cuando su presupuesto en 2018 es de solo 2,88 millones y el del Ministerio de Deportes del país de 53,1 millones.

Hace dos años, dos miembros de la Federación georgiana abandonaron sus cargos en protesta por el citado acuerdo con el Baskonia. La investigación que ahora está en desarrollo trata de averiguar “si ha habido apropiación indebida y malversación de fondos del gobierno de Georgia”. El acuerdo con el Baskonia establece que los jugadores de formación más prometedores de aquel país viajen a España para desarrollarse. La pretensión era que alguno tuviera éxito y pudiera dar el salto a la NBA o hacer carrera en Europa. La Federación ingresaría entonces el 50% de un posible traspaso (también se elaboró una lista con jugadores no georgianos que en caso de triunfar le reportarían a la Federación de Georgia el 30% de lo ingresado en el traspaso). La fiscalía de aquel país está sorprendida por el contrato y pregunta ahora cómo y por qué se firmó a miembros de la Federación. Se habla incluso de posibles condenas de siete a once años de prisión si se demuestra apropiación indebida y si esta supera los 4.000 dólares.

El convenio de cinco años entre la Federación y el Baskonia estipulaba un pago por adelantado de 2,1 millones de euros, siempre según OCCRP, o de 500.000 euros anuales, pero más allá no garantizaba un número mínimo de contratos profesionales firmados por los jugadores. Sin embargo, una cláusula adicional del acuerdo especifica que si Georgia no ha recuperado en 2024 un millón y medio de euros del dinero invertido, el Baskonia reembolsaría la diferencia.

Shengelia

Hasta el momento, ocho jóvenes georgianos han viajado a España en virtud del pacto suscrito, aunque dos regresaron en unos meses. Ninguno está hoy cerca de firmar importantes compromisos profesionales, como se pretendía. El Baskonia estimó que uno de los jugadores georgiano y tres de los que no lo eran podrían llegar a la NBA en los siguientes cinco años, mientras que en España podrían desarrollarse con cierto éxito otros tres jugadores georgianos y cinco de otras nacionalidades. Según el citado cálculo, Georgia podría alcanzar unos ingresos de 3,9 millones. Para OCCRP, la Federación de Georgia utilizó las cifras infladas para convencer a su gobierno.

El georgiano Kakha Shengelia, padre de Tornike Shengelia (estrella del Baskonia, que llegó directamente a Vitoria desde la NBA, nada que ver con el contrato suscrito), dice sentirse utilizado. “Estoy muy avergonzado de decir esto, pero me usaron”, asegura. Era vicepresidente federativo en 2014. “La Federación le decía a todos: ‘el padre de Tornike está con nosotros en esto”. Dimitió de su cargo en 2016 y aseguró al Ministerio de Deportes y al Comité Olímpico de su país lo siguiente: No se contactó con ningún otro equipo, ni se estudió el mercado internacional. Tampoco la asamblea de la Federación, que ya había enviado por entonces 735.000 euros al Baskonia, sometió a votación el convenio.