Decían Tim McMahon y Bobby Marks en un artículo de ESPN publicado a finales de julio del año pasado que el presente mercado de agentes libres iba a convertirse en un "invierno nuclear" para sus protagonistas comparado con la lluvia de millones de dólares durante los mercados veraniegos de 2017 y, sobre todo, 2016. Consecuencia directa del por entonces nuevo y multimillonario acuerdo televisado por la NBA.
De los 70 millones de límite salarial en la 2015-16, se pasaron a los 94,1 de la campaña siguiente y a los 99,1 de la que acaba de concluir. Para la próxima, la NBA anunció un cap de 101,87 millones. Unas subidas que no se han correspondido con las alcistas previsiones de dos años antes y que ha perjudicado a casi todos los jugadores que hace una semana acabaron contrato. De ahí que más del 50% de los acuerdos alcanzados hasta el momento y que se podrán comenzar a firmar a partir de mañana viernes día 6 sean por un año de duración. Los equipos cuentan con una masa salarial poco flexible y los jugadores optan por aguantar el chaparrón y firmar contratos más extensos y jugosos en lo económico en futuras ventanas del mercado.
Las primeras 96 horas del mercado, esto es, hasta la finalización del 4 de julio, se han alcanzado un total de 53 acuerdos franquicia-jugador, incluyendo la llegada de Nemanja Bjleica a los Sixers anunciada hace unos minutos. La suma de las cantidades acordadas es de 1.166,7 millones de dólares (804,9 en renovaciones y 361,8 millones que han ido a parar a aquellos que han cambiado de aires). Una cantidad irrisoria si la comparamos con los más de 3.000 millones que se comprometieron en los cuatro primeros días del mercado 2016. Prácticamente un tercio de lo de ahora. En total, hace dos años, se llegó a los 4.300 millones. En 2017, la cuenta estaba en 1.160 el mediodía del 3 de julio.
Para el verano de 2018 se espera una revisión al alza de los contratos. Zach Lowe (ESPN) ha anunciado que la previsión del límite salarial para la 2018-19 es de 109 millones y de 116 para la 2020-21.