“Aparte de las superestrellas, muy buenas, que las tenemos, aquí hay gente que también sabe jugar a baloncesto”. Posiblemente no haya mejor frase que esta de Quino Colom para explicar la fotografía de la Selección de las Ventanas. Su rocambolesco nacimiento, en medio de la guerra FIBA-Euroliga, obligó a improvisar la confección de un grupo en el que Sergio Scariolo y la FEB estuvieron trabajando con un año de antelación en previsión a lo que se le venía encima y que ha puesto en valor la clase media del baloncesto español.

Desde que las Ventanas arrancaron el pasado mes de noviembre, hasta 17 jugadores han debutado de manera oficial con la Selección. A saber, Jaime Fernández (25), Nacho Llovet (27), Albert Oliver (39), Edgar Vicedo (23), Sebas Saiz (23), Sergi García (21), Oriol Paulí (24), Víctor Arteaga (25), Rodrigo San Miguel (33), Javier Beirán (31), Quino Colom (29), Jonathan Barreiro (21), Alberto Díaz (24), Alberto Abalde (22), Rabaseda (29). En Málaga lo hicieron Darío Brizuela (23) y Santi Yusta (21).

La ausencia de los jugadores Euroliga y NBA ha ampliado el margen de ‘seleccionables’ y aunque es cierto que algunos casos como los de Albert Oliver, debutante casi a los 40, han respondido simplemente a una cuestión de compromiso a una llamada en una situación de máxima dificultad, la Selección ha convertido en visibles nombres que han demostrado poder tener un sitio en listas de nivel. Xavi Rabaseda ya era un caso de jugador consolidado que había estado cerca de dar el salto con la Selección a una gran competición, pero las Ventanas han servido de gran escaparate a jugadores como Jaime Fernández, Oriol Paulí o Edgar Vicedo, por poner algunos ejemplos, en una edad perfecta para seguir creciendo. Otros, como Alberto Díaz o Abalde serán fundamentales el año que viene ya que los jugadores de Gran Canaria, básicos este año para la Selección, no podrán acudir y sí podrán hacerlo los nacionales de Unicaja y Valencia Basket.

Hay voces, como la del mismo Scariolo, que han alertado de que no hay que relajarse en ningún caso porque existe un problema en la formación cuando esos jugadores tienen que saltar a la élite. Otros, piensan, sin embargo, que el trabajo de cantera de los clubes es bueno y lo que hacen falta son oportunidades y una normativa ACB que proteja más al jugador español. El caso es que la ventana, nunca mejor dicho, de jugadores seleccionables se ha ampliado, a ellos les ha permitido presentarse en sociedad y mejora y esa es una de las buenas noticias que dejan estas Ventanas que, de momento, seguirán adelante al menos un año.