Marvin Bagley III: el gran talento ofensivo interior del draft 2018
Recursos infinitos en ataque, potencial reboteador de élite y el físico adecuado para jugar tanto de cuatro (posición natural) como de cinco moderno.
Los Sacramento Kings han elegido con el número 2 del draft 2018 a Marvin Bagley III (Duke).
Edad - 19 años
Posición y altura - ala-pívot de 2,11
Universidad - Duke
Estadísticas 2017/18: 21,0 puntos y 11,5 rebotes.
¿Quién es Marvin Bagley III?
Creció en su Arizona natal y llegó a compartir cancha en su segundo año de instituto con DeAndre Ayton, compañero en esta clase del draft 2018. Su nombre llegó pronto a los scouts de todo el país y recibió su primera carta/beca universitaria a los 14 años. Bagley, que terminó jugando en la prestigiosa universidad de Duke a las órdenes de Mike Krzyzewski, tiene dos hermanos pequeños. El mediano, de 15 años, ya habría recibido becas de UCLA, Arizona y Arizona State.
¿Cómo juega Marvin Bagley III?
Físicamente va a ser un problema para las defensas rivales desde el primer día. Le faltan kilos para competir en el poste a nivel NBA, pero es increíblemente atlético y tiene una capacidad de salto (sobre todo segundo y tercer esfuerzo) que le convierte en un gran reboteador ofensivo. Instintos ofensivos e infinidad de recursos para meter la pelota en la canasta desde cualquier posición. Corre la cancha como un alero, buenas piernas y siempre finaliza por encima del aro. El gancho de izquierda, uno de sus movimientos base (es zurdo), da la sensación de salir de su mano hacia abajo...
En ataque puede hacer prácticamente cualquier cosa (debería ser capaz de generar espacios saliendo hasta la línea de tres puntos, desde donde también puede anotar). Los problemas y las preguntas aparecen en defensa y en la toma de decisiones. No es el jugador más agresivo, no lee bien los cambios, las ayudas... En la universidad, Krzyzewski escondía sus defectos en una zona, pero a nivel NBA va a ser mucho más complicado que sus problemas permanezcan en la sombra. También hay dudas sobre el nivel de implicación defensiva: le gusta menos que atacar.
En cualquier caso, un talento ofensivo de los que se ven una vez al año. Y un físico que, potencialmente y gracias a su capacidad reboteadora (siempre que mejore algo en defensa...), le podría convertir en un gran cinco moderno para quintetos rapidísimos de small ball.