REAL MADRID 85 - FENERBAHÇE 80
1x1 del Madrid: la 10ª se apellida Causeur, Doncic y Thompkins
El tercer cuarto del francés marcó la diferencia en la final. Laso apostó al final por una pareja interior formada por Thompkins y Tavares. Doncic, doblete de MVP's.
Facundo Campazzo (aprobado, -2 de valoración): Como ante el CSKA, partió como titular para neutralizar desde el inicio a Wanamaker. Labor oscura y de desgaste del argentino, quien no lanzó a canasta. Laso empleó cambios de balonmano para que saliese a defender.
Fabien Causeur (sobresaliente, 21): La primera canasta blanca de un jugador que no fuera Doncic fue un triple del francés. Su tercer cuarto fue extraordinario por su defensa sobre Sloukas y por su claridad de ideas en ataque (12 puntos y 2 asistencias para 16 de valoración). El hombre que inició el despegue con su acierto exterior y decisión para atacar el aro. La Décima llevará su apellido a pesar de los dos tiros libres que erró a 22 segundos de la conclusión. Se resarció en la siguiente visita a la línea y con el tapón final a Sloukas. El máximo anotador blanco con 17 tantos.
Luka Doncic (notable, 17): El MVP de la Euroliga y de la Final Four —doblete para el esloveno— aportó en todas las facetas en el que pudo ser su último partido en el torneo. Asumió la responsabilidad en los primeros compases, en los que sufrió defendiendo a Kalinic en el poste bajo y donde el Fenerbahçe fue mejor. Mejor cuando penetró a canasta que cuando tiró por fuera. Aun así clavó un triple fundamental en transición justo después de un mate fallado por Mellin que era el 52-52. Un momento determinante en un encuentro en el que este chico de 19 años apiló 15 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes y sacó 7 personales. Acabó eliminado por faltas, pero con la misión cumplida. Se irá a la NBA como campeón de Europa de selecciones y clubes con 19 años.
Felipe Reyes (notable, 10): Titular, forzó nada más arrancar la primera personal de Vesely. Su encuentro siguió el guion del duelo ante el CSKA, fue determinante en el tercer cuarto. Un diamante bajo los tableros. Delante y detrás. Capitán en mayúsculas.
Gustavo Ayón (aprobado, 1): Dejó algún destello de su calidad (en forma de gancho desde el tiro libre, por ejemplo), pero no fue la mejor noche del mexicano. Sufrió mucho para contener a Duverioglu.
Sergio Llull (aprobado, -4): De más a menos. Su entrada impulso a los de Laso con un triple, una penetración con marca registrada y un par de asistencias. Acabó eliminado con cinco personales. Nada de esto hubiese sido posible sin él. Su regreso tumbó al Panathinaikos y ante el CSKA marcó la diferencia.
Rudy Fernández (notable, 10): Su primera parte fue de museo. Su anticipación, inteligencia y coraje subió el listón defensivo de los suyos a cotas muy altas. Todo a la par que dejó destellos de su calidad en ataque. Se ganó un hueco en el quinteto que saltó al parqué tras el descanso.
Anthony Randolph (aprobado, 2): Salió con enchufado y dejó un tiro esquinado pisando la línea de tres puntos. Casi inédito en la segunda parte.
Jeffery Taylor (aprobado, 2): El hombre que tuvo que bailar atrás con los principales referentes exteriores de los turcos. En ataque firmó un mate tras asistencia de Rudy.
Walter Tavares (notable, 15): A pesar de cometer alguna falta tonta, impuso sus centímetros en los dos aros. Muy centrado y atento a las continuaciones en ataque, intimidó como el 2,20 que es. Formó junto a Thompkins la pareja interior de la final.
Jaycee Carroll (bien, 4): Desatascó en ataque cuando el Fenerbahçe se rehízo en el segundo cuarto y clavó un triple lateral marca de la casa tras finta que puso el +10 (71-61). El inicio del último impuslo llevó su sello.
Trey Thompkins (notable, 18): Estuvo en pista en los momentos en los que se decidió la final. No tuvo el protagonismo ofensivo del viernes, pero se fajó bajo el aro como un jabato. Enormes últimos minutos en defensa. Rapidísimo de manos. Un palmeo (tras falta ofensiva previa) que vale una Euroliga y posiblemente una renovación.