Pulso de leyenda por la Décima
Zeljko Obradovic, el último obstáculo del Madrid en la Euroliga. El equipo de Laso anota más, pero el Fenerbahçe es la mejor defensa.
El monarca de los banquillos frente al rey del viejo trono de Europa. Zeljko Obradovic y su Fenerbahçe, nuevo potentado continental, cara a cara con el Real Madrid de entonces, hoy y siempre (sigue el partido en directo en As.com). La Décima en juego en un pulso legendario. El serbio suma nueve Euroligas con cinco equipos diferentes, a por el doble dígito en su duodécima final en 26 años de carrera. Persigue su segundo éxito seguido con el Fenerbahçe. Nunca lo logró con el mismo club, ni en sus tres años en Madrid ni en los trece en el Panathinaikos, ni de momento en los cinco en Turquía.
El Real también cabalga en la cima, Laso le aupó a una cota de la que estuvo ausente 18 años. Es su cuarta final en seis cursos. La 16ª de 20 posibles entre Euroliga, Liga y Copa. Lo vaticinan en 2011 y les encierran. A la caza de la Décima para ampliar su hegemonía en el palmarés, frente al CSKA y sus siete trofeos. El reto cobra dificultad porque lleva 38 años sin celebrar el título fuera de España, y la de hoy no será lo que se dice una pista neutral. Más de diez mil turcos apretando como si no hubiera mañana. Estambul en Belgrado, en la ciudad blanca, que es lo que significa, aunque en realidad sea Casa Obradovic.
El increíble. Un desafío solo para mentes preparadas, para un equipo mayúsculo, como este Madrid de los dos últimos MVPs, Doncic y Llull, que no dejan de asombrar. Uno por su talento precoz y el otro por la determinación e influencia tras casi nueve meses de baja. En tres duelos decisivos, El Increíble promedia 11,7 puntos y 5,3 asistencias en menos de 20 minutos. “Son la mejor plantilla de la Euroliga”, asegura Sloukas, que encara su sexta final en siete años, tras los pasos de un tal Zeljko, que reconocía que no pegó ojo la noche anterior: “Pensaba en el Real Madrid”.
Los blancos anotan 4,5 puntos y atrapan 3,6 rebotes más que el Fener, 103 a 95 en valoración, pero nadie defiende como los de Obradovic (75,9 encajados) ni lanza tan bien desde la línea de tres (42%). Un equipo con sello de autor, que controla la escena. Avezado en aprovechar posesiones y reducir errores, talento rompedor y polivalencia en el tres y el cuatro con Kalinic y Datome. Sólidos cimientos que parten de una intensidad que lleva la defensa al límite del contacto y más allá. El tamaño y la movilidad de Jan Vesely desquician a grandes y anulan a pequeños. “Hay que echarle corazón y algo más…”, afirma Rudy. “Eso es lo que nos ha dicho Nocioni”. Obradovic o Madrid: hoy habrá Décima.