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ROCKETS 104 - WOLVES 101 (1-0)

Un Harden espectacular (44) salva a los Houston Rockets

Duro partido para abrir la serie. Los Wolves, con un gran Derrick Rose desde el banquillo, estuvieron cerca de dar la campanada.

Apr 15, 2018; Houston, TX, USA; Houston Rockets guard James Harden (13) reacts after scoring as Minnesota Timberwolves forward Nemanja Bjelica (8) looks on during the third quarter in game one of the first round of the 2018 NBA Playoffs at Toyota Center. Mandatory Credit: Troy Taormina-USA TODAY Sports
Troy TaorminaUSA TODAY Sports

Los Wolves ganaron el rebote, obligaron a los Rockets a bajar al barro, minimizaron daños desde la línea de tres puntos y pelearon como pocos esperaban en el primer partido. Pero no pudieron frenar al MVP de la temporada. No pudieron contener a James Harden.

La Barba, que sigue a lo suyo, salvó a los texanos en un día en el que solo él estuvo a la altura. Bueno, él y Clint Capela, que fue su mejor cómplice. El pívot puso tres tapones, capturó 12 rebotes y se fue hasta lo 24 puntos finalizando casi siempre por encima del aro. Y con eso le bastó a Harden para ganar el partido.

El que será, salvo sorpresa mayúscula, el próximo MVP de la NBA, volvió a demostrar que ahora mismo es el mejor. Se fue hasta los 44 puntos (15/26 en los tiros), necesarios todos y cada uno de ellos, para salvar a un equipo que esta vez no metía los triples: 0/4 Ariza, 1/5 Tucker, 1/6 Chris Paul, 1/7 Gordon... Harden anotó siete triples en 12 intentos, algunos espectaculares tras paso a atrás en uno contra. Marca de la casa. Y gracias a él, los Rockets se acostaron ayer con un 1-0 bien sudado.

Towns, bien defendido/muy poco agresivo durante todo el partido, solo pudo sumar ocho tantos. Y Jimmy Butler, que falló un triple para empatar el partido a solo un par de segundos del final, se quedó en 13. Los Wolves contaron con un genial Derrick Rose desde el banquillo (16 puntos) . El base fue, junto a un Wiggins activo (18), el mejor jugador de la plantilla que dirige Thibodeau.

El segundo duelo será el miércoles, con los Wolves crecidos pese a la derrota (en temporada regular perdieron los cuatro partidos por una media de más de 15 puntos...) y los Rockets tranquilos porque pese al susto fueron capaces de sumar una primera e importante victoria. 1-0 Houston, sí. Pero un 1-0 sudado.