El Panathinaikos asegura que abandona la Euroliga
El dueño del equipo griego, Giannakopoulos, solicitó la salida de Bertomeu como presidente. También pidió una amnistía a su sanción, a lo que el resto de clubes se opuso.
Dimitris Giannakopoulos ha tenido una actuación estelar en la reunión que ha mantenido este jueves la Euroliga. El dueño del Panathinaikos, rival del Real Madrid en cuartos, solicitó la salida de Jordi Bertomeu, presidente de la máxima competición continental, y luego pidió una amnistía a la sanción que le impide asistir a los partidos de su equipo hasta final de la presente temporada.
El propio Bertomeu consultó a los clubes sobre esa posible amnistía y estos le respondieron uno a uno que Giannakopoulos tenía que atenerse a la actual normativa aprobada por la competición y a los cauces sancionadores correspondientes.
El propietario griego esgrimió como motivo para la salida de Bertomeu que los niveles de gastos en comparación con los ingresos son desproporcionados. Además de criticar el arbitraje. Por su parte, la Euroliga se defendió: las ganancias para este curso se estiman en unos 40 millones de euros.
Tras no conseguir sus objetivos, Giannakopoulos aseguró que abandonaría la Euroliga y salió de la cita antes de que esta concluyera. Ahora, deberá concretar si esta amenaza se cumplirá durante este curso o ya en el próximo, pero según aseguran en Grecia el Panathinaikos disputará el playoff de cuartos ante el Madrid.
Además, colgó dos fotos en su cuenta de Instagram. En la primera publica una foto de la FIBA con la frase "El Panathinaikos volverá donde el baloncesto debe estar".
La segunda publicación es un fotomontaje con el cartel de la película de El Padrino y la cara de Bertomeu reemplazando a Marlon Brandon: "Vamos a terminar contigo... nadie juega con el Panathinaikos", escribe en griego.
Este es el enésimo capitulo de la tensa relación entre Giannakopoulos y la Euroliga. El empresario heleno, por ejemplo, amenazó con convocar un referéndum entre los simpatizantes del conjunto verde para saber si deseaban o no continuar el torneo europeo tras esa sanción de un año que se le impuso por verter amenazas graves a aficionados turcos en las redes sociales. El referéndum llegó a tener formato pero no se celebró y la sanción se redujo a cinco meses. Tiene el control total de la entidad por herencia familiar y los miembros del club que han discutido sus decisiones ya no forman parte de él.