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CAVALIERS 107-PELICANS 102

LeBron James derriba uno de los récords increíbles de Jordan

El alero suma 867 partidos consecutivos (¡más de once años!) anotando al menos 10 puntos. Los Pelicans pierden y quedan octavos del Oeste.

LeBron James derriba uno de los récords increíbles de Jordan

LeBron James tiene 33 años y 91 días. Debutó en la NBA el 29 de octubre de 2003, en Sacramento (25 puntos, 6 rebotes, 9 asistencias, 4 robos). Esta es su decimoquinta temporada, una en la que la carga física tendría que estar haciéndose sentir en un jugador que, además de una extenuantes Regular Seasons en las que no se lesiona nunca (literalmente), lleva siete años seguidos alargando las temporadas hasta las Finales. Bien entrado junio. En lugar de eso, él se congratula de que todas las franquicias con opciones (Cavaliers, Rockers, Sixers, Lakers…) busquen formas de reclutarlo el próximo verano, a golpe de contratazo máximo cuando aviste ya los 34 años. Mientras, caen récords y la prensa especializada se llena de artículos sobre lo que empieza a ser una longevidad legendaria. En su decimoquinta temporada LeBron quiere jugar por primera vez los 82 partidos, está en una forma física extraordinaria y juega al baloncesto seguramente mejor que nunca. Que si gasta tanto en cuidar su cuerpo, que si en un partido engordó no sé cuántos kilos, que si puede o no pillar a Kareem Abdul-Jabbar en la lista de anotadores, que si podría jugar con su hijo…

Estamos viviendo cómo se remata la leyenda de uno de los mejores jugadores de la historia. Quizá el mejor, lo sabremos con perspectiva cuando se haya retirado. Algo que no parece cercano. Desde luego un top-5, casi ya con certeza un top-3… Es algo digno de ver cada noche. Por todo lo que hace en la pista y por poder contarlo. Ahora y algún día, cuando haya dejado de jugar al baloncesto.

Caen récords: en el triunfo ante los Pelicans (107-102), el séptimo de los Cavs en ocho partidos (46-30, sosteniendo el tercer puesto del Este), LeBron enlazó su partido 867 anotando al menos 10 puntos y dejó atrás a Michael Jordan en una de sus marcas más representativas. Air Jordan estuvo desde marzo de 1986 hasta (retiradas incluidas) diciembre de 2001 (con los Wizards) anotando en dobles dígitos. La última vez que LeBron no lo hizo fue ante los Bucks el 5 de enero de 2007 (8 puntos, 3/13 en tiros). Hace más de once años. ¿Dónde parará la cuenta? Veremos. El tercero en ese ranking es Kareem con 787 partidos seguidos. Kobe Bryant (un poco de perspectiva) no superó los 211, Shaquille O’Neal nunca enlazó más de 245… Y entre los jugadores en activo le siguen James Harden (257) y DeMarcus Cousins (162). Además, LeBron suma ya 941 partidos totales (no seguidos) con al menos 20 puntos e iguala a Kobe en el tercer puesto histórico (manda Karl Malone con 1.134).

LeBron es sencillamente asombroso: tiene en su carrera más partidos de más de 50 puntos (11) que de menos de 10 (8). Y se ha convertido en el jugador más veterano en acumular en una temporada al menos 2.000 puntos, 500 rebotes y 500 asistencias… cuando es también el más joven en haberlo logrado (con 20 años, en la 2004-05). Tiene los hitos de más joven en anotar 1.000, 5.000, 10.000, 15.000, 20.000, 25.000 y 30.000 puntos. Y él mismo parece maravillarse según su carrera va ribeteando una de las grandes leyendas de la historia del deporte: “Son cosas en las que no piensas, pero cuando las vas logrando te das cuenta de que son increíbles. Son once años metiendo más de diez puntos lo que significa que he sabido cuidar mi cuerpo, que he tenido grandes compañeros y grandes entrenadores y que he jugado en dos grandes organizaciones que me han permitido convertirme en lo que soy”.

El récord cayó a mitad del primer cuarto, se dio prisa, con sus puntos 10 y 11 en un mate a dos manos tras el que se paró el partido para que The Q le diera la merecida ovación. Hace faltar haber estado en esa ciudad y en ese pabellón para saber cómo suenan las ovaciones a LeBron allí, qué significa su sola mención en la ciudad que llegó a ser bautizada como The Mistake By The Lake (el error junto al lago). Después, LeBron siguió con el trabajo: 27 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias totales con 8 puntos seguidos en dos minutos y medio para sacar de rueda a los Pelicans (de 97-94 a 105-98 a falta de 120 segundos). Antes, su equipo (con Tyronn Lue en el pabellón pero no en el banquillo) tuvo que remontar hasta 13 puntos (58-71 cerca del ecuador de tercer cuarto) y lo hizo con unos minutos de inspiración de Clarkson (23 puntos) y Hood (16) al lado del rey sol LeBron.

Los Pelicans, que se juegan mucho más, fueron mejores durante todo el tramo central del partido, pero les falló un Anthony Davis muy exigido por Larry Nance y un Tristan Thompson que dejó recuerdos de sus buenos tiempos, allá por unos playoffs de 2016 que para él parecen lejanísimos. Con Davis en 16 puntos con 19 tiros (6/19), 8 rebotes y 3 asistencias, los Pelicans tuvieron opciones gracias a Jrue Holiday (25 puntos) y a la puntería de Mirotic (20 puntos, 7 rebotes, 4/7 en triples), muy eficaz en los mejores tramos de su equipo en el segundo tiempo. Los de Luisiana dejaron escapar una excelente oportunidad (cada partido lo es tal y como está el Oeste) y quedan en 43-33, ahora marcando la frontera (octavo puesto) pero con las mismas derrotas que Jazz, Timberwolves… y unos Thunder que han perdido tres partidos seguidos y a los que reciben el domingo en un duelo con aroma a eliminatoria y vocación de sálvese quien pueda. Los Clippers y los Nuggets asoman en 35 derrotas, así que el margen de error será finísimo para el que siga perdiendo.