Marc Gasol: "Tenía los peores hábitos, pizzas, hamburguesas..."

Marc Gasol no es un jugador más para los Grizzlies. Uno de los pilares del ciclo más exitoso de la historia de la franquicia (siete años seguidos en playoffs), eligió en el verano de 2015 firmar un nuevo contrato en Tennessee en lugar de cambiar de aire como agente libre, un golpe de autoestima para un mercado pequeño que no lo tiene fácil para retener a sus grandes jugadores, no digamos a uno de los mejores pívots del mundo que acababa de ser all star por segunda vez (suma tres totales).

Marc aseguró entonces que lo hacía por razones deportivas pero también afectivas: su familia estaba perfectamente integrada y feliz en Memphis, donde él es una figura muy importante de la comunidad y donde, siempre conviene recordarlo, llegó en 2001 para jugar en el instituto (Lausanne Collegiate School) cuando los Grizzlies draftearon a su hermano Pau. Ahora Nick Friedell publica en ESPN un extenso artículo sobre la vida del español, que está viviendo en lo colectivo su peor temporada con unos Grizzlies depauperados, con especial énfasis en cómo ha transformado sus hábitos y, con ellos, su cuerpo. Del riesgo de sobrepeso en aquellos años de instituto a la perfecta forma física que le está permitiendo alargar de forma óptima su carrera (tiene mucho baloncesto NBA por delante: llega en la liga desde 2008 y tiene ahora 33 años).

En el instituto, ya en Memphis, brilló como jugador pero también se ganó el apodo de ‘The Tank’ (el tanque) porque pesaba 158 kilos (ronda los 2,16 de altura). Él mismo siempre ha reconocido que no se cuidaba de la forma óptima: “Iba siempre al mismo McDonald’s, uno que estaba cerca del instituto. Creo que yo gasté allí tanto dinero que ahora es el más bonito que hay, han ido poniendo todo nuevo, hasta luces LED. No es un secreto: tenía los peores hábitos. Pizzas, hamburguesas, dulces… Es cuestión de disciplina y de mantener un orden. No siempre es fácil, hay días que lo mandas todo al infierno. Pero al final vas viendo los resultados y te vas motivando más, así que quiere cada vez un poco más allá”, afirma el pívot, para el que cuidarse no es solo una cuestión de alargar su carrera: “Fue una cuestión de curiosidad… tenía la ambición de ser mejor jugador, mejor deportista. Pero en realidad los hábitos saludables alargan la vida. ¿Y quién no quiere vivir más?” Marc pesa ahora 114 kilos.

En el artículo, Marc también habla de lo dura que está siendo una temporada que ha convertido a los Grizzlies en uno de los peores equipos de la NBA: “A veces cuesta hasta salir a la calle, da hasta un poco de vergüenza por la situación en la que estamos. No quieres que se te vea la cara mucho, solo piensan en cómo arreglar las cosas. Yo era aficionado de los Grizzlies antes de ser jugador. Seguía al equipo cuando jugaba Pau, así que logre jugar en el equipo del que era aficionado. Por eso ahora es frustrante. Pero intento ser positivo, aprender…”.

Por último, volvió a rechazar la práctica del tanking: “No sé qué puede hacer Adam Silver, realmente no lo sé. No me he puesto en su lugar… No sé qué haría yo en su situación. Quieres que los partidos sean competitivos, quieres ofrecer un buen producto, pero al final es responsabilidad de cada equipo y no creo que el comisionado pueda hacer demasiado”.