McCollum (34) bate a OKC con una serie de tiros imposibles
Los Blazers cierran el cara a cara contra los Thunder con un 4-0 histórico. Nunca habían conseguido dejar a cero a OKC.
Paul George falló 11 de sus 15 intentos y cada uno de sus siete triples. Carmelo Anthony falló 10 de sus 13 intentos y cada uno de sus cinco triples. Y aun así, los Thunder tuvieron dos balones para empatar/ganar el partido en los últimos segundos (pérdida y fallo de Melo, con Westbrook ya expulsado por faltas). Bastante aguantaron, teniendo en cuenta lo que tenían delante...
Tras dos derrotas consecutivas (Rockets y Celtics), los Blazers salieron a por todas. Enfrente, uno de sus rivales favoritos esta temporada. Si sumamos la de ayer, cuatro victorias y cero derrotas: el primer barrido de la historia de la franquicia sobre OKC.
Se jugaban gran parte del tercer puesto de la conferencia oeste. Dos derrotas de diferencia y 44 victorias por cabeza antes de empezar. La noche se cerró con dos partidos de ventaja para unos Blazers que contaron con la mejor versión de CJ McCollum y un triple clave a 40 segundos del final de Damian Lillard. Para variar...
McCollum las metió de todos los colores. Acabó con un 14/24 en los tiros que es una salvajada teniendo en cuenta el grado de dificultad de muchos de sus intentos. Bandejas por encima tras contacto, manos en la cara, triples con el defensor encima... Una exhibición de puro talento. Una colección de ejemplos de la famosa frase 'good defense, better offense' que acabó, como no podía ser de otra manera, con la canasta que, a 18 segundos del final, dio el triunfo a los Blazers.
En los Thunder funcionó el pick&roll Westbrook-Adams (casi siempre funciona), que salvó al equipo en un primero cuarto que acabó en -17 y pudo ser mucho peor. Y también funcionó el banquillo: 17 de Grant, 11 de Felton, un triple de Patterson, otro de Abrines... Todos los suplentes acabaron el duelo con un balance positivo en cancha, pero ni Carmelo Anthony ni Paul George estuvieron a la altura.
Westbrook rozó el triple-doble (23+8+9+4) y Adams sumó un buen doble-doble (18+10). El papel del pívot en ataque siempre va de más a menos durante los partidos. Y él no tiene ninguna culpa. Simplemente deja de recibir el balón tras pick&roll. Pero igual hay que empezar a explotar sus buenas manos más allá del primer cuarto. Ahora mismo es, de largo y sin contar a Russ, el arma ofensiva más fiable de OKC.