El tiro de Lonzo Ball desaparece: ¡14% en triples en ocho partidos!

Lonzo Ball promedia 10,1 puntos, 7 rebotes, 7,2 asistencias, 1,7 robos y 0,9 tapones por partido. Son excelentes números para una primera temporada en la que el base ha dejado alguna duda sobre su techo pero muy pocas sobre un suelo que puede hacer que los Lakers estén bien tranquilos con su elección con el número 2 del último draft. Lonzo incide en el juego de una forma drástica y que va más allá de los números, tanto en ataque como en defensa, donde su impacto ha sido mucho mayor (más inmediato, al menos) del esperado. Es un jugador con el que contar para ganar partidos… pero la gran cuestión sigue estando en sus porcentajes de tiro: 35% con un 30% en triples y un 45% en tiros libres.

En cuanto a la eterna comparación con Jason Kidd, estos son los números de este en su primera temporada: 11,7 puntos, 5,4 rebotes, 7,7 asistencias, 1,9 robos, 0,3 tapones, 38% en tiros, 27% en triples y 70% en tiros libres.

Como las opiniones con Lonzo suelen llegar a extremos casi histéricos, se niega la evidencia de que incide mucho en el juego aunque no le entren los tiros. Pero también se niega, desde su bando, que acabará teniendo problemas (o como mínimo verá su proyección recortada) si no mejora con un lanzamiento exterior que ha sido un asunto complejo y ciertamente frustrante a lo largo de la temporada:

Primeros 25 partidos: 115 triples lanzados con un 24,3%

Siguientes 17: 109 lanzados con un 44%

Últimos 8: 54 lanzados con un 14,6%

Extraño como su mecánica de tiro. Después de un inicio horrible enderezó el rumbo, tuvo ráfagas excelentes desde la línea de tres (volvió de su última lesión con cuatro partidos seguidos por encima del 50% y un 14/22 total)… y volvió a desaparecer por completo su confianza hasta el horrible 8/54 de los últimos ocho partidos, en los que no ha pasado de uno convertido en ninguno y en los que ha tenido dos veces un 1/8 y una un 1/12… Solo en dos de esos partidos ha anotado en dobles dígitos.

No se habla tanto de sus problemas desde la línea de tiros libres: no anota dos tiros libres en un partido desde el 26 de febrero y en esos últimos 8, por ejemplo, está en un 30,8% (4/13). Su 45% en la temporada (solo 0,6 convertidos por noche) le ponen muy por debajo de reconocidos sufridores de la línea como Andre Drummond (60%), Dwight Howard (56) y DeAndre Jordan (61). Lonzo es mucho más que una muñeca con problemas, pero necesita tener un tiro estable para ser una súper estrella. El resto (visión de juego, defensa, capacidad reboteadora, liderazgo…) lo lleva de serie.