Cuando en la noche de ayer viernes JaVale McGee se fue al suelo e impactó en la rodilla izquierda de Stephen Curry, todas las alarmas se encendieron en los Warriors. La lesión tenía mala pinta. Ahora, tal y como ha adelantado Adrian Wojnarowski (ESPN) y ha confirmado la propia franquicia, Golden State puede respirar. El base y dos veces MVP tiene un esguince de segundo grado en el ligamento lateral de la rodilla izquierda. Será revaluado dentro tres semanas, momento en el que está previsto que comiencen los playoffs.

El percance sufrido por Curry ante los Hawks, justo en la noche en la que regresaba tras una torcedura en el tobillo derecho, es muy similar a uno que sufrió en el cuarto partido de la eliminatoria de primera ronda ante los Rockets en 2016. Stephen se perdió entonces cuatro encuentros en 15 días de ausencia. Reapareció en el cuarto asalto de la semifinales ante los Blazers con 40 puntos aunque no logró recuperar el ritmo que durante la temporada regular 2015-16 le convirtió en el primer y único MVP unánime de la historia.

El base no jugará más en la presente regular season. En total, ha disputado 51 encuentros con 26,4 puntos (49,5% en tiros de campo y 42,3% en triples), 6,1 asistencias, 5,1 rebotes y 1,6 robos de balón. Como reflejaba Ben Golliver en un gráfico, Golden State está notando en exceso las bajas de Steph. Con él, los campeones registran un ratio ofensivo de 120,4 puntos por cada 100 posesiones. Un dato que se reduce al 106,2 en los duelos en los que no jugó.