Miami rompió el sistema oficial de estadísticas y a los Nuggets

Gran ejecución ofensiva y dos defensas que no tuvieron su mejor día. Miami Heat y Denver Nuggets nos regalaron una de las fiestas de la temporada en la NBA: 290 puntos y un sinfín de alternativas que mantuvieron el partido vivo más de tres horas. ¡Más de tres horas de baloncesto!

Los Nuggets arrancaron una ventaja de 11 puntos en los primeros minutos del partido, pero aquello solo fue un espejismo momentáneo. Los Heat no tardaron en responder. Triples que volaban desde todas las esquinas con un nivel de acierto poco común: 18 y 47% los visitantes por los 20 con 55% de los locales (segunda mejor marca de la historia de la franquicia, según ESPN). Lo dicho, una verdadera fiesta.

El problema es que los Nuggets, que además se quedaron con la cruz de la moneda, no están para muchas fiestas... Los de Mike Malone compitieron hasta el final y sobrevivieron hasta dos veces a intentos de los Heat sobre la bocina (primero Richardson y después Johnson) que podrían haber cerrado el partido tanto en el cuarto cuarto como en la primera prórroga. Pero no fueron capaces de mantener el nivel de acierto de locos que exigía el partido en el segundo tiempo extra.

Kelly Olynyk jugó un partido soberbio, de los mejores de su carrera (30+8+5 y cuatro tapones, 11/16 en los tiros). Pero fue James Johnson quien separó definitivamente a los Heat en la segunda prórroga con 10 puntos seguidos sin fallo. El alero acabó con 31 puntos (career high), 11 rebotes y seis asistencias, anotando 13 de sus 17 intentos. Creemos, claro. Eso dicen unas estadísticas (ESPN) que rompieron motor durante el partido y no se habían recuperado ni dos horas después...

Según los datos de ESPN, 20 puntos de Dragic, 23 de Ellington, 26 de Wilson Chandler, 22 de Will Barton, 23 de Jamal Murray y 34 (más 14 rebotes) de un Nikola Jokic que aprovechó la ausencia de Whiteside para reinar en la pintura. No jugaron ni Wade (muslo) ni Gary Harris (rodilla), que todavía se perderá unos cuantos partidos más...

La derrota es un puñal en el corazón de las esperanzas de playoffs de los Denver Nuggets. En plena carrera en el oeste y con sus rivales a mil por hora, los de Colorado han perdido tres de cuatro (Heat, Lakers y Grizzlies...), cinco de ocho y siete de 12. Cinco victorias y cinco derrotas desde el regreso a las canchas de Paul Millsap, que no está teniendo el efecto esperado. Y ahí no se acaban los problemas de los Nuggets: después de jugar en Chicago el jueves, sus últimos 10 partidos de la temporada son todos contra equipos en posiciones de playoffs.

Los Heat, por su parte, se colocan séptimos en el este por delante de los Bucks, que perdieron ayer en Cleveland en el regreso de Kevin Love.