La España de las Ventanas, guerrera y con orgullo, ya está en la segunda fase de clasificación para el Mundial de China de 2019. Lo hace con una inmaculada serie de cuatro victorias en cuatro partidos y lo consiguió después de someter a una Montenegro mejorada respecto al partido de noviembre en Podgorica, lo que aumenta el mérito de este grupo de jugadores que no sólo llevan un pleno de victorias sino que ya aventajan a Eslovenia, segunda clasificada, en dos victorias. Un tesoro incalculable con vistas a la segunda fase, a la que se acude arrastrando las victorias de la primera.

Scariolo movió un poco el árbol después del susto de Minsk, donde al final se ha comprobado después de la derrota en Eslovenia que no era tan fácil ganar. Eso sí, el quinteto se mantuvo inamovible. Y no le falló. En medio del jolgorio del Príncipe Felipe, tres triples de Colom nada más empezar el partido permitieron intuir un partido sencillo para España (18-6). España empezó activa en defensa, con Rabaseda de maestro de ceremonias, y agresiva en ataque, con una versión mejorada de Jaime Fernández presumiendo esta vez sí de fundamentos y lanzándose sobre la defensa balcánica. Montenegro, sin embargo supo rehacerse a través de Nikolic y su base nacionalizado, Needham. Llegó a empatar (36-36) e hizo pensar en un partido igualado y tan sufrido, o más, que en Bielorrusia.

Llegó entonces el momento de Pablo Aguilar. Las canastas del Príncipe Felipe no tienen secretos para él. El granadino se desquitó de su mala tarde en Minsk y dejó su sello en una tierra de la que guarda un gran recuerdo, donde se hizo jugador durante tres temporadas.

España fue amasando buenas ventajas de más de diez puntos, amenazando con el break definitivo, y Montenegro reventó al inicio del último cuarto.A España empezó a funcionarle algo más que sus titulares (buen trabajo sucio de Sebas Saiz) y el agujero se amplió hasta los 18 puntos (73-55) en el minuto 35 con un triple de quilates de Sergi Vidal.

Ahí estaba Scariolo, sentado cómodamente en el banquillo con sus ayudantes (Luis Guil, Paco Aurioles, Manouel Aller), a los que había dejado sin dormir el viernes para estudiar el partido de Montenegro. Disfrutando plácidamente de esta obra que en gran parte es suya. Una Selección que anticipó en el tiempo a todos con la concentración de Benahavís y que ya ha tecleado China en su navegador. El camino es largo (quedan ocho partidos aún) pero de momento, ya está en la segunda fase. Y con una hoja de servicios inmaculada. Zaragoza no le falló a España (8.573 espectadores) y la Selección le correspondió con una nueva misión cumplida.