Goran Dragic: "Doncic lo tiene todo para jugar ya en la NBA"
El esloveno, MVP del pasado Eurobasket, atendió a AS en el primer All Star de su carrera. "Tira, pasa, rebotea... es un jugador único", dice de su compatriota Doncic.
En el All Star el equipo del Mundo ganó a Estados Unidos por tercera vez en cuatro ediciones con ese formato del Rising Stars Challenge
Fue muy divertido y Bogdan Bogdanovic jugó de maravilla. Los jugadores de fuera de Estados Unidos tenemos un rol cada vez más importante en la NBA, y eso se nota.
Y entre esos jugadores puede estar a partir de la próxima temporada Luka Doncic, su compañero en la selección de Eslovenia.
Lo tiene todo para jugar en la NBA: tira, pasa, rebotea, es un jugador único.
Entonces le recomienda que dé el salto ya, cuanto antes…
Ya está preparado, lo demostró en el Eurobasket, lo está demostrando esta temporada en el Real Madrid. En mi opinión es el MVP de la Euroliga. Tiene un futuro enorme en la NBA.
Con él ganó el Eurobasket. Con la perspectiva de los meses que han pasado, ¿cómo recuerda el campeonato?
Tardé como un mes en empezar a darme cuenta de lo que habíamos hecho. Para Eslovenia fue algo enorme, lo más grande en el deporte de equipos.
Y lo lograron en un torneo en el que no parecían tan aspirantes como en otros.
En 2009 fuimos cuartos en Polonia y teníamos un gran equipo: Nachbar, Smodis, Lorbek… Pero esta vez una gran química en el equipo, hizo un gran trabajo el seleccionador Kokoskov.
Y ahora se convierte en el primer esloveno que juega un All Star Game…
Estoy muy feliz por mí, por mi familia, por mi país… Ha habido otros grandes jugadores eslovenos en la NBA. Nesterovic, Udrih… Pero me ha tocado a mí, con 31 años. Estoy muy feliz.
¿Le sorprendió?
Un poco. Ya tenía unas vacaciones como plan A, pero me puse muy contento en cuanto me lo dijo mi entrenador en Miami, Erik Spoelstra. Nada más saberlo, se lo dije a mi mujer.
Ya pudo haberlo sido antes…
Sí, sobre todo hubo un año cuando todavía jugaba en Phoenix, en 2014. Pero me ha tocado ahora, así es la vida.
Allí, en Phoenix, aprendió de uno de los mejores bases de siempre, Steve Nash.
Fue algo increíble para mí, que llegué con 21 años a la NBA. Trabajar con él fue una experiencia que cambió mi vida, aunque somos jugadores muy diferentes. Él era un pasador excepcional. Yo al principio jugaba poco, fue duro, y Nash y otro veterano como Grant Hill me decían que no me viniera abajo, que siguiera trabajando y que llegaría mi oportunidad.
Y desde ahí hasta ser all star…
Es increíble, es con lo QUE soñaba cuando veía jugar a Nash, Kidd, a Allen Iverson… Estoy muy feliz de poder estar aquí con tantos grandes jugadores. Estoy teniendo una gran carrera. Solo falta el anillo de campeón, que es lo que deseamos todos los jugadores.
Pero Nash no le transmitió su amor por el Tottenham de la Premier League.
No, él es muy muy del Tottenham, pero yo soy del Real Madrid.
Miami Heat ha ganado tres en los últimos 15 años. Y tiene fama de tener una cultura de equipo en el que se trabaja muy duro y que hace mejores a todos sus jugadores.
Sí, es algo que ya existía cuando yo llegué, algo que yo ahora trato de hacer mío y abrazarlo. Se cuida mucho la alimentación, se mide el índice de grasa cada cinco días… se hacen muchas cosas que no pasan en la mayoría de equipos. Hay una estructura que ha ganado títulos y eso es muy importante.
Y ahora regresa Dwyane Wade, el gran ídolo de la afición y el mejor jugador de la historia de la franquicia.
Sí, nos va a ayudar mucho porque es muy importante para la ciudad y para la franquicia. La gente está muy feliz. Es un gran jugador, tiene mucha experiencia, yo le conozco porque ya coincidimos dos años antes de que se fuera y tenemos química en la pista y muy buena relación fuera de ella. Estoy muy contento.
Si tuviera que robarlo un arma de su juego a otro protagonista del All Star…
El salto de Russell Westbrook, su capacidad física. Yo no soy nada explosivo, casi no puedo machacar.
Y los All Star han tenido mucho de sucesión de mates en los últimos años.
Pues yo a dar los pases (risas). Si me veo solo y puedo intentar hacer uno sería un espectáculo. Al menos para mí, desde luego (más risas).
¿Cómo es desde dentro la experiencia de vivir un All Star?
Increíble, y eso que no se para: actos con los medios, con las marcas, entrenamientos… Lo mejor es compartir vestuario con LeBron, Westbrook y compañía. Durante la temporada, cuanto te enfrentas a ellos casi no tienes tiempo para hablar. Pero en el All Star puedes conocer a todos mejor, profundizar un poco más allá del baloncesto es muy divertido. Y te das cuenta de lo buena gente que son todos.
31 años, primer all star… y supongo que trabajando todavía para seguir mejorando.
Sí, siempre. Entreno distinto que hace ocho o nueve años, claro, como muy sano… Tengo que mejorar todavía con la mano derecha, trabajo el tiro, los pases… Siempre trato de estar preparado para jugar lo mejor posible.