COPA DEL REY | REAL MADRID-BARCELONA
El 'Efecto Pesic' reta a un Real Madrid histórico
Desde 2015 no había un Clásico en la final del torneo del KO. El Barça lucha por volver ante un equipo blanco que aspira a la quinta seguida.
“Estamos hasta los mismos (o algo parecido) del Barça y del Madrid”, uno de los cánticos más recurrentes de la Copa volverá a escucharse hoy en el Gran Canaria Arena. Porque regresa el Clásico a una final tres años después, también en Las Palmas. Entonces, con Rudy de MVP (aspira al cuarto, más que nadie) y Sergio Rodríguez decidiendo con una entrada de clase. Y con Navarro, que aquí sigue: cien Clásicos.
Para encontrarse cara a cara el Madrid ha cumplido pronósticos, que nunca es sencillo en este torneo, y el Barça los ha roto agarrado al Efecto Pesic. Una semana en el banquillo, tres victorias y una final. A más de un culé se le saltan las lágrimas recordando aquel año 2003, el del triplete con Don Svetislav. Y con Bodiroga, Jasikevicus y Fucka. Y Navarro. Aquel Barça representaba lo que ahora es este Madrid, un equipo ganador, insaciable. Devorador de hitos. Los azulgranas, en cambio, son el Real de entonces, el grande que aspira a alzarse y era crujido a menudo por su adversario. Volverá, pero habrá que ver si es ya, esta tarde. No gana la Copa desde 2013 (cuando batió en este desafío del KO tras dos prórrogas a los blancos) y no gana un título desde la Supercopa 2015. Le penalizan los tres partidos en tres días en el último turno tras desplegar un juego físico, y le penaliza, claro, el rival. Un rodillo copero.
Cinco Copas en seis ediciones
El Madrid pelea por su 28º título en 82 torneos, aunque no celebró el primero hasta 1951, con 15 ediciones ya disputadas. Batallará por su quinta Copa seguida, solo por detrás de la racha pre-ACB del Barça (seis entre 1978 y 1983) y del Madrid de Pedro Ferrándiz (otras seis, 1970-75). Aquel equipo cautivó a un niño de ocho años llamado Pablo Laso, emociones que intenta transmitir cuatro décadas después. Cinco Copas ganadas en seis cursos y ya en su sexta final tras 17 victorias en 18 partidos. Cifras de las que Ferrándiz hubiera presumido.