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Bucks 123 - Nuggets 134

Nikola Jokic consigue un triple doble en un cuarto de hora

Los Denver Nuggets viven una noche memorable de su pivot y de sus tiradores que, con 24 triples, avasallaron a los Milwaukee Bucks.

THM05. MILWAUKEE (EE.UU.), 15/02/2018.- Nikola Jokic (c) de Denver Nuggets en acción ante Thon Maker (i) y Giannis Antetokounmpo (d) de Milwaukee Bucks hoy, jueves 15 de febrero de 2018, durante un partido de baloncesto de la NBA disputado en el BMO Harris Bradley Center de la ciudad de Milwaukee, Wisconsin (EE.UU.). EFE/TANNEN MAURY/PROHIBIDO SU USO POR SHUTTERSTOCK
TANNEN MAURYEFE

Catorce minutos y treinta y tres segundos. Menos de un cuarto de hora de tiempo real en pista. Eso es lo que tardó Nikola Jokic en lograr el triple doble más rápido de la historia de la NBA. El genial pivot de los Denver Nuggets no para de crecer y, ahora, nos regala actuaciones tan memorables como la de esta noche.

Aún quedaban un minuto y cincuenta y cuatro segundos de la primera mitad de su duelo contra los Milwaukee Bucks cuando sus guarismos de puntos, rebotes y asistencias pasaron de la decena. Para entonces su equipo ya había convertido el partido en un festival de triples y anotación. Llegaron al descanso con 74 puntos, su segunda mejor marca del año, y no bajaron el pie del acelerador hasta cerrar el marcador con el 123-134 a su favor final.

Jokic firmó unos números monstruosos, 30 puntos, 15 rebotes y 17 (¡¡!!) asistencias, pero sus compañeros le siguieron en esta locura. Veinticuatro triples encestaron los Nuggets en una exhibición de tiro en la que todos los titulares sumaron al menos tres canastas desde más allá de la línea.

La defensa de los Milwaukee Bucks debe ser llamada al orden por ello, por supuesto. Es cierto que con Jokic desatado en la distribución de balón es muy difícil detener a estos Nuggets. Pero no es de recibo la cantidad de tiros liberados de los que disfrutaron Harris, Murray, Burton y compañía. Son buenos tiradores y darles demasiado espacio es un seguro de muerte ante ellos.

Así sucedió, con los Bucks perdidos en los ajustes y en las rotaciones defensivas, a tal punto que veían volar el balón de manos de Jokic casi como unos espectadores más. No es algo que sorprenda; la defensa de Milwaukee funciona por el físico y el talento de sus jugadores, pero era un desastre organizativo bajo Jason Kidd y no ha cambiado en exceso desde su despido.

Giannis Antetokounmpo sí que pudo responder en el otro lado de la cancha. Él también firmó un triple doble, con 36 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes, convirtiendo el partido en el tercero de la historia de la NBA en la que dos rivales llegan a 30 puntos en un duelo de triples dobles. Para ver la última vez que esto pasó hay que remontarse a 1965.

Para los Nuggets este partido sirve tanto en el corto plazo, porque siguen peleando por entrar en playoffs de la Conferencia Oeste, como echando la vista un poco más allá, porque es difícil no ilusionarse con un equipo que tiene un pivot capaz de jugar a este nivel y de generar tantísimo juego para sus compañeros.

Y para los Bucks, sin embargo, es un doloroso recordatorio de que aún tienen mucho trabajo por delante. De sus últimas nueve victorias, ocho son contra equipos que están fuera de playoffs y la otra contra los Philadelphia Sixers, que esa noche estaban sin Joel Embiid. Tras el parón del All Star, siete de sus próximos ocho rivales son equipos de playoff. Será interesante ver como salen de ese laberinto en el calendario.