NBA

Brecha total en los Cavaliers: ¿Isaiah, confidente del dueño?

"Para LeBron todos pueden ser cómplices de Dan Gilbert". Un artículo de Ken Berger explica la enorme brecha que existe dentro de los Cavs.

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Brecha total en los Cavaliers: ¿Isaiah, confidente del dueño?
Gregory Shamus AFP

5-11 desde Navidad, en proyección de no llegar a las 50 victorias, algo que no le pasa a LeBron James desde la temporada 2007-08: 29-20, a seis partidos del liderato del Este y con seis de ventaja sobre el noveno. Y dos sobre el sexto, un asunto que quizá entre en juego ahora que Kevin Love va a perderse como mínimo seis semanas de competición. La situación es durísima en Cleveland Cavaliers, muy lejos de las crisis pasajeras de las dos últimas temporadas, cuando el equipo supo cambiar de marchas en cuanto llegaban los playoffs. Esta vez, y la última prueba es un excelente artículo de Ken Berger en Bleacher Report, el proyecto está roto y a la espera de qué soluciones pueda traer el mercado, que además se cierra en una semana y un día: ahora mismo, los Cavs son físicamente peores que casi cualquier rival, no son capaces de defender y están viviendo la gran (¿y definitiva?) fractura de un tipo de cultura ganadora que instauró el regreso de LeBron James en 2014.

De hecho, Berger insiste en que la franquicia se encamina sin remisión hacia el adiós de LeBron, que será libre para elegir en verano y que no ha dado ninguna señal de que vaya a seguir, si acaso de lo contrario. Eso pone en una situación todavía más compleja a los Cavs: ¿disparar ahora balas como el pick de los Nets si en verano puede tocar reconstrucción desde los mismísimos cimientos? Las noticias les empujan a ser conservadores cuando eso mismo puede desembocar en el divorcio con su estrella. Es un círculo vicioso. Además, los Cavs no están en situación de necesitar pequeños ajustes. Lo suyo tiene que ser un electroshock cultural y deportivo. Y por unas razones u otras, las piezas que podías haberse puesto a tiro en cuanto a caza mayor (Paul George, DeMarcos Cousins, DeAndre Jordan…) están total (George, el lesionado DeMarcus) o casi totalmente (al menos para lo que ofrecerían los Cavs en el caso de DeAndre) fuera del mercado.

Berger señala que la comunicación dentro de la franquicia es nula y que la ya famosa reunión de vestuario que acabó como el rosario de la aurora es más la gran muestra del mal estado de las cosas que un punto de inflexión para bien. La salida del general manager David Griffin ha sido brutal para el equipo, especialmente para un LeBron que no tiene buena relación (por decirlo suavemente) con el dueño, el polémico Dan Gilbert que vuelve a llevar el peso de las gestiones deportivas con un general manager de 35 a su lado, Koby Altman. Según Berger, para LeBron todo el mundo puede ser ahora mismo cómplice de Gilbert, y en el vestuario saben que este e Isaiah comparten mensajes y confidencias. Otro problema para el base, que de momento está dando un mal rendimiento deportivo y está encendiendo aún más las mechas de la crisis con sus críticas públicas a Kevin Love o sus desafíos en cuanto se le pregunta por su nivel defensivo o su poca eficiencia como tirador: “¿Entonces para qué me quisieron traer a este equipo, para no tirar?”.

El artículo cita a una fuente cercana al equipo para hablar de la reunión en la que todos acusaron a todos: “No se trataba tanto de Kevin Love como de un grupo de jugadores que están llegando a una situación límite con una cultura de equipo de la que cada vez es más difícil formar parte”.

Y hay más. Según un directivo de otro equipo “si Isaiah va seguir siendo el mismo mal defensor y tirador de mucho volumen y poca eficiencia, las piezas no les van a encajar”. Y según un miembro del staff técnico de otro equipo: “No es que el equipo está mal entrenador y mal preparado, es que no tienen el físico suficiente para jugar contra plantillas más jóvenes. Hay problemas de esfuerzo y de química, pero al final hay un clave problema físico. Los equipos les están sacando de la pista”.

Dijo LeBron que no recordaba una temporada tan dura como esta. Tenía razón. Y ahora toca remar sin Kevin Love. A ver qué trae el mercado…