El efecto Tavares lanza al Madrid

El 19 de octubre Ognjen Kuzmic decía adiós a la temporada y el 4 de noviembre era Gustavo Ayón el que caía lesionado para tres o cuatro meses. El Madrid se quedaba sin cincos, sin ninguno para ser exactos, con Reyes forzado a jugar a tiempo completo en ese puesto y no de cuatro. El club blanco llevaba unas semanas peinando el mercado, pero la situación ahora era de total urgencia. Había tratado de fichar a Edy Tavares y al no lograrlo casi cierra la incorporación del esloveno Gasper Vidmar, pero volvió a la carga por Tavares y se lo arrebató al Barcelona, que lo quería como relevo de Tomic.

El fichaje de Tavares se anunció el 10 de noviembre y dos días después debutaba ante... el Barça. Y a la semana siguiente, el día 14, era Anthony Randolph el que se rompía. La alarma no sonaba solo para el puesto de cinco, sino para todo el juego interior. Pintaba que el Madrid buscaría otro refuerzo, pero no lo ha hecho. Desde entonces, hace más de dos meses, solo cuenta con tres interiores (Reyes, Thompkins y Tavares) más la ayuda de Maciulis y de ­Radoncic, pero suma doce victorias consecutivas y no tropieza desde el 8 de diciembre. Es el efecto Tavares, un pívot de 220 centímetros que llevaba dos años sin apenas actuar, apurando el sueño de la NBA, y que ha ayudado a poner el juego del Madrid en otra dimensión, en defensa pero también en ataque. Acumula 20 partidos (11 en la Euroliga y 9 en la ACB) y ha requerido un periodo de adaptación, de hecho aún lo necesita, pero su influencia ha sido decisiva. Tanto, que Pablo Laso ha dicho que el caboverdiano, de 25 años, es “determinante”. Desde su fichaje, el Madrid lleva 15 victorias y 5 derrotas, aunque estas llegaron todas en sus ocho primeros encuentros.

En la Euroliga promedia 7,8 puntos, 6 rebotes y 11,8 de valoración en 18 minutos (en la Liga, 7,4 tantos, 6,8 rechaces y 11 de valoración). Y lo de menos son los números; lo de más, el resto. Su intimidación, su movilidad para su talla, sus bloqueos, su capacidad para machacar y todo lo que va mejorando: el pase a los exteriores, los movimientos al poste, el recurso del semigancho, la posición defensiva para frenar la penetraciones...

Laso llegó al Madrid en 2011 y desde entonces ha utilizado a veinte pívots. En el primer curso de cada uno de ellos en la Euroliga con el técnico blanco, solo Mirotic, Bourousis y Randolph superan, y levemente, la valoración de Tavares (ver tabla).

Zan Tabak

Hablamos con Zan Tabak, exjugador interior del Madrid, ayudante luego de Joan Plaza en el equipo blanco y más tarde de Laso en la temporada del pleno de títulos (2014-15). El pívot croata ganó tres Euroligas y el anillo NBA con Houston Rockets. “Tavares es un muy buen fichaje porque se ajusta exactamente a lo que el Madrid necesita. Para su altura es un pívot móvil y rápido y puede seguir el ritmo alto de juego del equipo. Pensaba incluso que, tras dos años actuando poco, su tiempo de adaptación iba a ser más largo. La situación de necesidad le ha garantizado minutos, pero también la exigencia ha sido alta. Un fichaje, además, con la temporada ya empezada, que lo hace todo más complicado. Porque hace diez años Europa era la primera opción, pero ahora están China y la Liga de Desarrollo. Un acierto del Madrid”.